Tiro Libre
Anwar Moguel
Novedades Chetumal
Por más de 18 años y de manera inexplicable, la Asociación Estatal de Padres de Familia (AEPF) ha sido presidida por Javier Villanueva Madrid, que ha convertido a esta asociación en un organismo inoperante, de membrete, que nada aporta al fortalecimiento de la educación en las escuelas de nivel básico aunque se supone que esa es su función.
Y si aseguro que Javier Villanueva se ha mantenido en ese cargo de forma inexplicable –e ilegal- es porque su permanencia violenta las leyes del Reglamento de las Asociaciones de Padres de Familia, publicado desde 1980 pero que sigue siendo la normativa vigente que rige a las APF en el país.
Dicho reglamento establece que es la Secretaría de Educación local es la responsable de organizar la constitución de la Asociación de Padres estatal, y también de vigilar su desempeño y de asesorar al cuerpo directivo, el cual, por lo que se sabe, no existe más que en un papel.
El documento normativo de las APF señala con claridad en su artículo 30 que: “Las mesas directivas que anteceden se elegirán por dos años y se renovará anualmente la mitad de sus miembros… No serán admitidas las candidaturas de las personas que ocupen puestos en las mesas directivas de las asociaciones a que se refiere el artículo 5o. del presente reglamento, para un nuevo período, con igual representación”
Así de simple; la regla es que cada año se renueva la mitad de sus miembros mientras que el presidente deber ser elegido cada dos años, y debe salir de los mismos presidentes de las Asociaciones de Padres de las diferentes escuelas de preescolar, primaria y secundaria.
Javier Villanueva Madrid es un líder parásito, un personaje que para nada representa la voz de los miles de padres de familia del estado y que, por si fuera poco, se mantiene en el cargo de manera ilegal. Para colmo, esta semana el presidente protagonizó un escándalo que en otro país, menos surrealista que el nuestro, hubiera significado una renuncia inmediata
Y ante estas evidencias, es el titular de la SEyC, José Alberto Alonso Ovando, quien debe tomar las medidas necesarias para darle nueva vida a la Asociación estatal de Padres de Familia, empezando por remover al actual presidente, que dicho sea de paso, recibe una muy buena cantidad de dinero cada mes por parte de la Secretaría como “apoyo” para la organización.
Alonso Ovando está empeñado –como debe de ser, es su papel- en aplicar las nuevas leyes consecuencia de la Reforma Educativa en la entidad, pero también en este caso debe hacer cumplir la norma, o estaría siendo omiso a su obligación.
Por el bien de la educación y de la misma AEPF, Javier Villanueva debe ser obligado a entregar la estafeta, porque voluntariamente se ve difícil que quiera soltar el hueso.