Tiro Libre
Anwar Moguel
Novedades Chetumal
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Cuando se habla de partidos políticos los ciudadanos ya no creen en nada ni en nadie. Es común ver en las redes sociales la etiqueta #NiUnVotoAlPRI, que sin embargo ha sido el partido mandón en el estado desde siempre y logró retornar a la presidencia debido al mal desempeño del PAN en el gobierno federal.
Muchos, decepcionados ante la corrupción, la violencia y los excesos de los políticos prianistas decidieron virar a la izquierda, donde se estrellaron con un muro de fechorías en la principal fuerza política de esa ideología, el PRD.
En Quintana Roo no ha sido diferente. A nivel municipios tanto el PRI, como el PAN y PRD han quedado a deber a la sociedad, y eso permitió que un partido minúsculo como el PT, que predica ser “la izquierda verdadera”, se fortaleciera en el sur del estado.
Cualquiera que conozca un poco de la historia de ese partido se daría cuenta que es como todos los demás, una sanguijuela mutante creada para chupar recursos públicos y enriquecer a sus líderes, que en todos los estados han utilizado la ideología de “izquierda” y el discurso protomarxista para enamorar sobre todo a las clases pobres y trabajadoras.
Así, el líder local y dueño de la franquicia petista, Hernán Villatoro Barrios, quien llegó al estado hace unos diez años a dirigir el partido y que no ha soltado el poder desde entonces, logró formar una fuerza política con la que ha lucrado enormemente.
El mejor momento del PT a nivel local fue justamente cuando Villatoro desapareció de la escena pública y las únicas caras visibles del partido eran el ex diputado local Mauricio Morales Beiza y el regidor capitalino Rivelino Valdivia Villaseca, quienes supieron jugar bien su rol como oposición. El partido creció y se volvió una amenaza en los municipios sureños.
En las pasadas elecciones federales, el PT quedó en segundo lugar, muy cerca del PRI, en el Distrito 02, donde Mauricio Morales fue el único competidor real del priista Raymundo King de la Rosa. También quedaron en segundo lugar en las elecciones a la presidencia municipal de Bacalar del año pasado.
Pero a tan solo un año de distancia, el PT no es ni la sombra de lo que pudo ser, debido a que su líder, Hernán Villatoro, se convirtió en diputado local por segunda ocasión comprometiendo el crecimiento del partido por su genuflexión y mediocridad.
Villatoro comprometió el proyecto al servirle de comparsa al PRI, dando entrada a Greg Sánchez y su familia en el norte, y con se genuflexión ante el líder del Congreso, “Chanito” Toledo.
Ahora, el PT dejó de ser oposición tanto en el Congreso como en los cabildos, donde brilla… pero por su ausencia. Las próximas elecciones lo pondrán en su respectivo lugar, en el sótano de las preferencias ciudadanas.