Desde los Once Pasos
Javier Chávez Ataxca
A menos que abandone el área de terapia intensiva donde es casi cadáver, el PRI quintanarroense se irá con las manos vacías en la abundante pesca de posiciones políticas que serán disputadas en 2024, cuando se anuncia el sepelio del expartidazo que fue amo de la selva maya por décadas, hasta su caída provocada por errores propios en 2016 y con un culpable principal.
Este gran culpable es su último y joven gobernador cozumeleño Roberto Borge Angulo, preso en el Centro Federal de Rehabilitación Psicosocial (Ceferepsi) del estado de Morelos y que con efecto búmeran de manera tan insensata como suicida elevó la popularidad de Carlos Joaquín González, tan querido entonces por la mayor parte de los chetumaleños.
Al PRI lo han abandonado sus figuras más visibles, como su alcalde doblemente traidor de Bacalar, José Alfredo “Chepe” Contreras Méndez, a quien se suma la exborgista chetumaleña Alondra Herrera Pavón, diputada local y secretaria general del PRI estatal que ahora participa activamente en el Verde Ecologista.
Alondra Herrera hace lo correcto porque el político tiene que dar prioridad a su futuro por sentido de supervivencia, ya que el PRI está recibiendo los Santos Óleos y no pescará ni un charal en la pesca de 2024.
El chetumaleño Pedro Flota Alcocer hace su lucha como dirigente estatal del PRI, pero en las condiciones más desastrosas de su historia porque tiene a la vista el tiro de gracia para la cuna de la mayor parte de las figuras que sobresalen en Verde, Morena y Movimiento Ciudadano.
Cada deserción es otro clavo en el ataúd de un priismo que no sabe cómo despertar de esta pesadilla, obra del impulsivo Roberto Borge que fue depositado en la gubernatura por otro cozumeleño: Félix González Canto.
La única veladora encendida para el PRI la tiene con la joaquinista Lili Campos Miranda, quien con los colores ajenos del PAN, PRI y PRD gobierna el municipio de Solidaridad y construye su reelección, pero su destino depende del vigor o anemia de quien envíe a competir la Cuarta Transformación, porque dan por hecho que el Verde lanzará candidata en ese terreno de la Riviera Maya.
El PRI es un partido en bancarrota y el ánimo de las figuras que le quedan es derrotista, ya que los derrite el poderío de la dupla Morena y Verde que va por el “carro completo”.