Desde los Once Pasos
Javier Chávez Ataxca
Político que no se concede tregua, remando contracorriente con sus graves padecimientos, el exgobernador chetumaleño Mario Villanueva Madrid se siente muy a gusto en su faceta como periodista influencer, ocupación que disfruta cada sábado desde su prisión domiciliaria en Residencial Andara.
Distinguido como uno de sus invitados frecuentes, me constan las dificultades de salud que supera para aparecer en su emisión sabatina posibilitada por el diestro equipo que coordina David García.
Me llegan a la memoria escenas como la del futbolista alemán Franz Beckenbauer, quien con un brazo vendado e inmovilizado jugó contra los italianos un partido a matar o morir, en la Copa del Mundo México 70. O boxeadores con dedos fracturados que van al encuentro del rival, entre ríos de sudor y sangre.
Así Mario Villanueva aparece en escena, pero en los preparativos reparte balones porque nos consulta los temas a ser desarrollados, cualidad de periodistas experimentados que involucran a su equipo para lograr la lluvia de ideas, permitiendo que profundicemos en los asuntos que desembocan en la política estatal y nacional.
Como muchos, he reprochado su prolongada e injusta privación de la libertad decidida por el Presidente Ernesto Zedillo, su enemigo irreconciliable que empuñó la cachiporra de la venganza para dinamitar al hombre, arrebatándole algo tan vital como la libertad.
Por ello Mario Villanueva disfruta su encuentro con quienes lo siguen en redes sociales, porque son alas que le permiten acceder a miles de mexicanos manifestando sus opiniones y posturas sin censurarse, por ser así de entrón.
Villanueva es la voz más influyente del sur y llama la atención que lo sea en condiciones tan adversas, mientras un racimo de mujeres y hombres que participan en política no encuentran la vía para hacerse visibles, sintiéndose cómodos o estando resignados a su anonimato.
Priistas, panistas, perredistas y naranjas del sur yacen ocultos y se escurren para no emitir sus posturas ante temas candentes, quizá para no incomodar al poder. Pero también Mario Villanueva muestra el camino a periodistas que no logran consolidar sus espacios y se pierden en las sombras.
Sí, afirmo que Mario Villanueva es un periodista influencer que disfruta esta actividad que lo pone en el ojo de miles, marcando agenda y detonando la polémica con su tono inconfundible y estilo mostrenco, como el rancho de sus amores cuyos cercanos acarician su oído en la quietud.