Desde los Once Pasos
Javier Chávez Ataxca
Hace 62 años cayó en territorio beliceño un avión militar mexicano que transportaba ayuda humanitaria con personal médico quintanarroense, un profesor y un Presbítero campechano para los damnificados por Hattie, un huracán de categoría cinco que mató a 319 personas en América Central.
El accidente ocurrió el 31 de octubre de 1961 y los restos de la nave con los cadáveres fueron localizados ocho años después por un labriego. Entonces nuestro país estaba en plena organización de la Copa del Mundo 1970 y el hombre estaba a punto de conquistar la luna.
Dirigido por el chetumaleño Carlos Hoy, el periódico Informador de Quintana Roo llevó como nota principal el hallazgo con este título: “Aparece el avión perdido cuando el ciclón Hattie”. Su portada histórica me la proporcionó nuestro Cronista Fabián Herrera Manzanilla, a quien agradezco el valioso material y los datos adicionales:
Las víctimas:
Teniente Juan Sosa Martínez (piloto), Subteniente Gilberto Hernández Vega (copiloto), Sargento José Magaña Sánchez, Presbítero José Fuentes Castellanos (de Campeche), los médicos Ramón Mendoza Vega (Jefe de los Servicios Coordinados de Salud Pública del Territorio), Enrique Paredes Águila (subdirector del Hospital Materno Infantil Morelos) y el profesor José Sevilla Serdán, director de Educación Física del Territorio.
“Perecieron en una grandiosa misión humanitaria. Los restos mortales ya están en Chetumal”, detallaba este medio del Territorio.
Estos hombres ofrendaron su vida en una acción heroica cuya trascendencia se ha perdido con el paso de los años, pero es recuperada cada Día de Muertos porque la tumba del Panteón Municipal de la avenida Efraín Aguilar –enfrente de la 34 Zona Militar– la distingue un resto del avión con el aspa y los nombres de los mexicanos que cumplían su misión.
La foto de la tumba donde reposan estos hombres ejemplares –sus restos no fueron identificados– la acabo de tomar y es inevitable la emoción por su enorme acción humanitaria para apoyar a nuestro pueblo hermano de Belice, entonces llamado Honduras Británica por su condición de colonia.
Gracias a todos por todo, a costa de sus vidas.