Desde los Once Pasos
Javier Chávez Ataxca
La variable musculatura de los expresidentes municipales de Solidaridad se está manifestando con mayor fuerza aquí, en Playa del Carmen, donde este sábado Mauricio Góngora Escalante agasajó a un enjambre de playenses con “un convivio entre amigos” previo a las preposadas navideñas con esta llamativa advertencia: “porque el año 2024 seguramente nos vamos a ver más seguido”.
El excandidato del PRI a la gubernatura fue anfitrión con su cuñada María José Osorio Rosas, la diputada local del Verde Ecologista que aspira a la candidatura de la Cuarta Transformación para disputarle el trono a la alcaldesa joaquinista Lili Campos Miranda, quien tiene como operador estelar al exalcalde priista Filiberto Martínez Méndez.
La convocatoria fraterna de Mauricio Góngora fue dirigida a liderazgos genuinos, incluidos empresarios y taxistas que disfrutaron en espacio abierto la “fiestecita” que incluyó la rifa de bicicletas, muebles y diversos artículos del hogar.
Hombre libre al cien por obra de la justicia a secas, Mauricio Góngora salió limpio de un proceso penal con garra vengativa que le aplicó el exgobernador Carlos Joaquín, quien lo derrotó en el combate de 2016 por la gubernatura. Ahora Mauricio mira hacia adelante y su liderazgo refuerza a Majo Osorio, un nuevo valor de la política en Playa del Carmen, próximo epicentro del combate más reñido de Quintana Roo porque la joaquinista Lili Campos defenderá la silla con uñas y colmillos.
El escenario es nebuloso en la disputa del trono del coloso de la Riviera Maya, porque se ha deslizado que además de la diputada verde ecologista Estefanía Mercado será medida la exalcaldesa joaquinista Cristina Torres Gómez, Secretaria de Gobierno desde el inicio del mandato de Mara Lezama.
Cristina Torres ahora tiene “piel morena” y se quedó con las ganas de ir de nuevo por la revancha en 2021 – de nuevo con los colores ajenos del PAN y PRD– para disputarle la alcaldía de Playa del Carmen a Laura Beristain Navarrete, quien la derrotó en 2018 demoliendo su sueño de reelección.
Por ello Cristina Torres rompió en apariencia con Carlos Joaquín y se sumó al ejército de Morena poco después de obtener su diputación plurinominal. Y ahora se entusiasma con la posibilidad de ser enviada de nuevo al campo de batalla cercano al Parque Xcaret.