Alerta Roja
Javier Chávez Ataxca
Una vez sacado a la mala de la competencia el “Chak Meex” José Esquivel Vargas cuando calentaba para ser candidato del PRD a la alcaldía de Felipe Carrillo Puerto, su alcaldesa morenista Mary Hernández creyó que ya tenía en mano su reelección, pero la profesora María Luisa Poot Ek –relevo del “Chak Meex”– pasó en el curso de la campaña de adormecedora brisa a huracán categoría cinco que azotó Palacio Municipal, refugio anticiclónico de Doña Mary.
Mary Hernández tenía todo su arsenal a disposición: manejo de las arcas municipales, el peso milagroso de la marca Morena con los programas clientelares del Presidente Andrés Manuel y sus obras trascendentes en la zona –como “el aeropuerto de la selva”–, el apoyo efectivo y en efectivo del Verde Ecologista y los colores de adorno del PT.
Ante ella se levantó en armas electorales una modesta profesora que machacó en la descarada corrupción de la alcaldesa con sus repentinas propiedades; este discurso incendiario fue conquistando a su pueblo porque ella es una genuina maya que fue respaldada por un solitario partido chiquitín: el PRD. Era un choque entre los ejércitos de Estados Unidos y México, para darles una idea.
Y si el Fiscal chiapaneco Raciel López Salazar no se pone trucha y saca de la competencia al “Chak Meex” para condenarlo a prisión domiciliaria, estaríamos presenciando el triunfo contundente del exalcalde carrilloportense cuyo pecado fue desafiar a la 4T. Pero aún con esta desesperada maniobra para salvarla, la alcaldesa Mary Hernández sudó frío porque la profesora Poot Ek hizo una campaña que incendió la selva.
Había mucho coraje del pueblo bueno contra la alcaldesa de Morena que ha descuidado a las comunidades mayas de Carrillo Puerto, bañada en escándalos y corrupción por su repentina fortuna restregada en el debate del Sistema Quintanarroense de Comunicación Social (SQCS) por su limpia adversaria perredista, quien mostró fotografías.
Con tan sólo 3 mil 959 votos Mary Hernández Solís superó a la profesora María Luisa Poot Ek, pero su triunfo fue en parte fruto de un operativo para la compra de votos, con el poderío de la marca Morena que presa de los nervios prefiere encarcelar a sus adversarios de peligro para evitar sustos.