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Chetumaleños de clase mundial

Golpe de Mazo | Novedades Chetumal

Cinco pequeños pero grandes chetumaleños, alumnos del Centro Educativo Pedagógico Integral (Cepi) de esta capital, se midieron contra estudiantes de todo el orbe en el Campeonato Mundial de Robótica (VEX Robotics World Championship 2015) organizado en la ciudad de Louisville, Kentucky, en los Estados Unidos de América, donde obtuvieron un lugar relevante en el ranking internacional en su primera participación.

Dirigidos por el joven maestro de informática de esta institución educativa, Andrés Humberto Ayala Puc, entrenador del club de robótica “Cepi Chetumal”, han logrado en tiempo récord hazañas académicas en el ámbito de las tecnologías que los llevaron a ser invitados a este campeonato mundial, donde pusieron en alto el nombre de Chetumal y de todo el país, pues también representaban a México.

En la categoría de primaria compitieron los niños Óscar Andrés Ortegón Avilés de cuarto grado, Marion Aguilar Zárate y Diana Méndez Arriaga, ambas de quinto grado, quienes lograron ubicarse en el lugar 42 de un total de 109 equipos provenientes de todo el mundo.

robotica2Los alumnos de segundo grado de secundaria, Álvaro Alejandro Álvarez García y César Cárdenas Santana, defendieron la camiseta y con solo unos meses de preparación se colocaron en el lugar 55 de la tabla mundial.

El camino de estos pequeños chetumaleños de clase mundial no ha sido fácil, pero estuvieron a la altura del reto, ganando para empezar el campeonato regional derrotando a equipos de los estados de Yucatán, Campeche, Chiapas y Tabasco, y después logrando un destacado séptimo lugar en el torneo nacional de robótica celebrado el pasado mes de marzo en Pachuca, Hidalgo, con lo que obtuvieron el boleto para el campeonato mundial.

Está claro que el talento abunda en las escuelas chetumaleñas, pero las limitaciones educativas impiden muchas veces el desarrollo pleno de las capacidades de nuestros niños y adolescentes.

¿Cuántos tienen la suerte de que su talento sea respaldado por maestros comprometidos, una familia que los impulsa y una escuela que les permite alzar el vuelo? ¿Cuántos talentos potenciales permanecen en las sombras por falta de oportunidades?

Estos casos inspiradores que nos llenan de orgullo como comunidad, deben ser también un aliciente para impulsar mejores oportunidades educativas para los miles de niños y jóvenes quintanarroenses que en corto tiempo tendrán en sus manos el destino de este bello estado.

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