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Te dejaron grotesco, Lazarito

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Novedades Chetumal
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Resignado a lo peor, este domingo por la tarde acudí al bulevar con la familia a contemplar las condiciones en las que quedó el monumento al General Lázaro Cárdenas, sometido a un ataque inclemente de la tropa de Servicios Públicos Municipales, comandada por Gonzalo Medina Aguilar, a quien no tengo el disgusto de conocer.

Como antecedente, este y otros monumentos de Chetumal estaban muy quitados de la pena con su color oscuro pétreo natural, hasta que a un espontáneo se le ocurrió pintarlos de dorado, como si se tratara de echar brocha a una barda de la colonia.

Los monumentos a Lázaro Cárdenas, Javier Rojo Gómez, Leona Vicario y Othón P. Blanco fueron bañados con pintura cobriza en esta administración del alcalde Eduardo Espinosa Abuxapqui, a principios de 2014.

En días pasados, con su racimo de bananos a la mano el señor Gonzalo Medina tomó la decisión de retirar la pintura a Lázaro Cárdenas, enviando a una cuadrilla de empleados con cincel y martillo para que cumplieran la orden, a su libre entender.

Como era de esperarse, la estatua quedó severamente dañada, ya que la pintura fue arrebatada con lujo de violencia, dejando unas zonas con tono dorado para darle un aspecto grotesco. Puedo decir que el monumento al General Cárdenas es una porquería en estas condiciones, por lo que es obligada la intervención de expertos en el rescate de monumentos.

El personal del Ayuntamiento capitalino debe dejar por la paz los demás monumentos de nuestra capital que fueron bañados con el tono de los centavos, como el del fundador de nuestro Chetumal, Othón Pompeyo Blanco, donde reposan sus cenizas frente al muelle fiscal.

Indigna que sean utilizados personal y recursos públicos para emprender estos ataques vandálicos, dejando en manos de analfabetas el poder absoluto para dañar quizá irreversiblemente los monumentos de nuestra capital, sin que los burócratas de la cultura les pongan un alto.

Y esto ocurre en la capital del estado, cuyas instituciones culturales podían impedir estos actos de barbarie inaudita.

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