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Castañón, el tercero en discordia por la gubernatura desde Tulum

Déjame te Cuento
Ángel Solís

Mientras al interior de los grupos locales de Morena dan por seguro que la candidatura a la silla principal del Palacio de Gobierno de Chetumal estará entre el cancunense Eugenio Segura y el empresario y político Rafael Marín Mollinedo, olvidan que en Quintana Roo hay antecedentes de “caballos negros”, como el caso del priista chetumaleño Joaquín Hendricks Díaz (1999-2005), por lo que no debe sorprender que el tulumnense Diego Castañón Trejo se lleve la carrera en el 2027.

Pese a que el proceso electoral arrancará hasta octubre del próximo año, en redes sociales se puede observar la guerra digital entre los ginistas contra los mollinistas que buscan la gubernatura. Miles de pesos se pagan diariamente, ya sea por promoción a sus candidatos y también por publicidad en contra de ambos bandos.

El senador Gino Segura cuenta con el respaldo de prácticamente la totalidad del gabinete marista que busca repetir en sus cargos ahora seis años, por lo que apoya con todo al joven cancunense, señalado como la carta de la gobernadora para ser su sucesor.

Mientras que Marín Mollinedo, originario del estado de Tabasco y amigo desde la infancia del ex presidente Andrés Manuel López Obrador, se encuentra reclutando políticos de todos los colores en el estado para conformar su estructura, además de tener en la bolsa a los “malqueridos” de Morena, que pese a haber iniciado el proyecto del partido guinda en Quintana Roo ni las gracias les dieron, por lo que desde la banca esperan su revancha política a través de Mollinedo.

Estos dos grupos diariamente se dan con todo y mantienen espías en ambos bandos que reportan todos los acuerdos, el alcalde Diego Castañón Trejo permanece a nivel local con bajo perfil, pero fuera del estado mantiene relaciones con personajes de la alta política nacional, reuniones donde desde ahora ya lo perfilan por su madurez y buen manejo de las finanzas y política en su municipio como la mejor carta para suceder a Mara Lezama.

El estado no está para improvisaciones políticas; requiere de personas con amplios conocimientos administrativos, financieros y sobre todo que sepan qué es y para qué sirve la política, cosa que Diego ha demostrado en estos años de gobierno en Tulum.

El haber pagado la deuda arrastrada desde administraciones anteriores, el estar construyendo vialidades, centros de salud, parques y demás espacios tanto en las comunidades como en la cabecera municipal con recursos propios, demuestra el excelente manejo de las finanzas donde el Tesorero municipal, Vicente Aldape Moncada, ha respondido a la confianza que le ha depositado el alcalde.

Las amistades de Castañón, tanto del centro como del norte del país, no solo son de varios colores partidistas, sino también son las que no tienen color, ya que son quienes realmente toman las decisiones en el país porque generan miles de fuentes de empleos a través de sus empresas y contribuyen con millones pesos al país, vía impuestos.

Diego es bien visto por el equipo cercano a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.

Pertenecer al equipo del político zacatecano Ricardo Monreal Ávila, es otro plus que le serviría a la hora de las negociaciones a Diego Castañón, ya que para 2027 habrá elecciones en 16 estados del país y el pastel político deberá repartirse parejo, para evitar sorpresas con la sucesión de Claudia en el 2030.

En todas las carreras siempre hay un caballo negro (en este caso rubio) cuidado, porque de ganar la carrera varios podrían lamentar no haberle apostado.

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