ECO EXPLICITO
Manuel Ortiz
Histeria colectiva e indignación se percibió en la opinión pública de Quintana Roo al enterarse que el #NuevoPRI ha atentado nuevamente contra la libertad de expresión del pueblo, y es que el diputado priista y ex dirigente juvenil Juan Carrillo Soberanis presentó una iniciativa para restringir las manifestaciones en nuestro estado, la cual fue impulsada en bloque por la mayoría priista que compone el congreso, encabezados por José Luis “Chanito” Toledo, quien al parecer se le ha olvidado que todo lo que él es hoy en día se lo debe a su padre Marciano Toledo y las continuas manifestaciones que realizó durante la integración de Solidaridad como municipio.
Por mayoría de votos y de manera “xpress” el PRI y sus aliados –PVEM y PANAL- aprobaron la Ley de Cultura Cívica de Quintana Roo que pretende restringir las manifestaciones bajo el argumento de que perturba la tranquilidad de los ciudadanos y afecta los intereses de terceros. Cabe destacar que esta vez sus opositores del PAN, PRD y PT se opusieron a dicha iniciativa, quizás para hacer la finta de democracia ya que sabían desde un principio que era una batalla perdida
Y es que resulta un poco triste que el mandamás del Congreso haya respaldado totalmente esta iniciativa, olvidando los orígenes de su familia, recordando nuevamente que, su padre fue presidente de la asociación 28 de julio y pionero de la creación del municipio de Solidaridad y en innumerables ocasiones el señor Marciano Toledo ha hecho uso de esta libertad constitucional para poder obtener respuesta a los males que afectaban los intereses de él y sus representados.
Es incongruente que ahora apoye una Ley que va en contra de los ideales de su padre, ya que hay que dejarlo claro: si no fuese por las manifestaciones y continuos alborotos orquestados por su señor padre, Chanito no estaría en la posición política que hoy ocupa ni tendría su familia la riqueza con la que hoy cuenta, sería un gris júnior más de Playa del Carmen.
Y nuevamente pregunto ¿tendría todo esto la familia del señor José Luis Toledo si no fuese por el activismo y marchas organizadas por su señor padre? Claro que no. Entonces ¿Por qué olvidar sus orígenes y atentar contra la libertad de expresión en nuestro estado?
Está por demás hablar del priista Juan Carrillo Soberanis, quien también escupe al cielo y le cae en la cara, pues ya se le olvidó el numerito que armó en Lázaro Cárdenas contra la alcaldesa y hoy diputada del PAN, Trinidad García Argüelles para exigir violentamente la liberación de un miembro del Frente Juvenil Revolucionario que él encabezaba.
