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Novedades Chetumal
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El ardiente perredista Iceberg Nahum Patiño Arbea participa en el riguroso proceso de selección de siete consejeros del Organismo Público Local Electoral (OPLE), perfilándose como futuro consejero presidente, pisoteando las reglas de participación mientras el Instituto Nacional Electoral (INE) se hace de la vista gorda en todos sus niveles, comenzando por su representación en Quintana Roo.
Porque Iceberg Nahum ha sido un perredista muy activo, con acciones muy bien documentadas de 2009 a 2012. Según el columnista Julián Santiesteban, este elemento formó parte del equipo de transición de Julián Ricalde Magaña, quien en 2010 conquistó la presidencia municipal de Cancún.
Ya en 2012, “Iceberg Nahum como representante del PRD en el Distrito 03, fue el responsable de interponer diversas quejas en contra de la coalición integrada por el PRI y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM); para muestra está la queja Q-UFRPP 85/12 y su acumulado P-UFRPP 86/12, en la el representante logró que se sancionara a los partidos señalados por diversos excesos cometidos en su publicidad en medios locales de Quintana Roo”, según Santiesteban.
Destinado o no a la presidencia del OPLE, el señor Iceberg debió ser detectado por los mandos visibles del INE local, ya que están obligados a ser el primer filtro para evitar este tipo de maniobras fraudulentas que restan credibilidad a una autoridad que se plantó como la novedad planetaria en manejos electorales.
Poco faltó para que el complaciente INE permitiera la participación del dirigente perredista Emiliano Ramos Hernández o de “Lady Senadora” Luz María Beristain. A lo que se expone el INE con este juego amañado, pero envuelto en falso rigor que desemboca en desencanto.
Porque el proceso de selección de consejeros ha sido tremendamente exigente, tanto que si todos nuestros políticos enfrentaran esa aduana el 99 por ciento de las posiciones de representación popular estarían vacantes.
Lamentablemente en nuestro país los políticos piensan que basta con cambiar de nombre a las instituciones para depurarlas, como ha ocurrido con el paso del IFE a INE, del IEQROO al OPLE y antes de la Siedo a la Seido. Bendito país de la simulación y el cinismo.