Déjame te Cuento
Ángel Solís
Para el director general de Aduanas del gobierno federal, Rafael Marín Mollinedo, o como ya lo ubican en Chetumal: “El Viejón”, la batalla para la gubernatura ya comenzó, pese a que hace unas semanas al reunirse con empresarios, comunicadores, ex priistas y morenistas malqueridos, les anticipó que para mediados de enero pediría permiso a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, al parecer ya cuenta con su autorización para moverse libremente por Quintana Roo.
El también empresario cancunense no es santo de la devoción del «Niño Verde» Jorge Emilio González Martínez, quien maneja el partido mandón en el estado: el Verde. Por ello de llegar Rafael Marín al poder —ya está en campaña— los negocios en el estado se pueden venir abajo o cambiar de manos.
El amigazo de Andrés Manuel López Obrador en el estado solamente cuenta con el respaldo de cierto sector de morenistas de los llamados fundadores que fueron desplazados en esta administración. Y pese a haber hecho la chamba para que Morena surgiera como fuerza política en Quintana Roo, hoy se encuentran escondidos en un rincón como la muñeca fea de Cri Cri.
Lo cierto es que para Don Rafa —como le dicen sus amigos— la contienda interna de Morena para definir el candidato a la gubernatura del 2027 es un ganar, ganar, ya que hasta perdiendo la candidatura mayor podrá negociar por lo menos tres municipios y el control del Congreso local a través de la Jugocopo, como ya lo vaticina un grupo que se dice muy cercano a él en Chetumal, nuestra capital.
Según este grupo de colaboradores, de no ser candidato Marín Mollinedo para la gubernatura, tendrán que entregarle Benito Juárez (Cancún) para la actual senadora Anahí González, OPB (Chetumal) para Luis Gamero Barranco y Tulum para el naranja Jorge Portilla Manica, además de la Presidencia de la Junta Gobierno y Coordinación Política del Congreso local para la cancunense Marybel Villegas Canché, diputada federal de nuestro segundo distrito con cabecera en Chetumal.
Aunque se escuchan y leen aceptables las peticiones de consolación para el 2027, lo cierto es que el poder no se comparte y en caso de ser Eugenio “Gino” Segura Vázquez el candidato y posteriormente gobernador, tener esos tres municipios y un Congreso —lugar donde pasa prácticamente todo — en manos de su principal adversario provocaría un difícil transitar político a su gobierno.
Mientras esto sucede, sabedores de que en lo que resta de este gobierno morenista la tan anhelada oportunidad no les llegará, a los llamados morenos fundadores solo les queda seguir observando, pero eso sí, desde ahora se frotan las manos esperando el 2027 para quedarse con un pedazo del pastel que aseguran les corresponde, por haberse rajado el lomo y las suelas de los zapatos en los inicios del partido guinda.
Se pone interesante la contienda, porque muchos comenzarán a saltar del barco y a quitarse la máscara para mostrar su verdadero rostro, en busca de saciar sus ansias de poder y dinero.
A todo esto: ¿Les tocará algo a los chetumaleños o se avecinan otros seis años de migajas y promesas desde el poder?
