Déjame te Cuento
Ángel Solís
Sin duda alguna el Puente vehicular de la Laguna Nichupté que conectará la entrada de Cancún con su Zona Hotelera, y que será inaugurado en diciembre próximo, será la obra emblemática de la primera mujer gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama Espinosa, además de otras obras cuya multimillonaria inversión del gobierno federal se lograron por sus gestiones desde que era alcaldesa cancunense. El detalle es que queda un año y lo que esté pendiente, difícilmente se lleve a cabo.
Para algunos políticos es muy lejano el 2027 para renovar la gubernatura, pero para Mara Lezama quizás no tanto, ya que su gobierno no es de seis años, sino de cinco. En septiembre rendirá su tercer informe y el próximo año que rinda su cuarto informe dará inicio del proceso electoral en Quintana Roo y 15 estados más del país.
Las millonarias obras en la zona norte del estado, principalmente en Cancún y gestionadas por ella, están a vista de todos: la remodelación del Boulevard Luis Donaldo Colosio, el Trébol vial al aeropuerto y el Puente de la Laguna Nichupté donde se han invertido cerca de 10 mil millones de pesos —prácticamente el doble de lo que se tenía estimado en su construcción—, que a finales de año entraría en funciones; siendo esta última la que dejará marcado el gobierno de Mara Lezama por la magnitud de la inversión y por ser un proyecto que varios gobernadores intentaron materializar.

Cancún, Puerto Morelos, Isla Mujeres y Playa del Carmen de igual forma se han beneficiado con millonarios montos para pavimentación de vialidades, construcción de domos, parques e inversiones en seguridad y otros espacios en beneficio de miles de habitantes del norte del estado.
En poco más de un año arrancan los jaloneos por los próximos espacios políticos del estado, y desde la gubernatura del estado, presidencias municipales, diputaciones federales, diputaciones locales y hasta por las regidurías, Morenos y Verdes se estarán dando con todo para quedarse con ellas, ya que la oposición no tiene nada que hacer en el 2027, más que sentarse a contemplar la continuidad del gobierno de la Transformación en el estado.
Mientras el tiempo llega, en la capital del estado los chetumaleños, a quienes algunas políticos cancunenses se refieren despectivamente como “revoltosos que nunca están conformes con nada”, esperan con ansias que algunos de los proyectos que le propuso la 4T se conviertan en realidad, ya que sienten que solamente les dieron atole con el dedo.
El traslado de la Secretaría Federal de Turismo (SECTUR) con sus más de 3 mil trabajadores (y sus familias) a Chetumal, prometido por Andrés Manuel López Obrador en su campaña presidencial, se convirtió en puro cuento; de igual forma el decreto de Zona Libre sigue sin dar frutos, la estación del Tren Maya, conocido ya como el “Elefante Blanco del Sur”, entre otras más no han beneficiado en nada a los habitantes de esta olvidada capital del sur.
Los chetumaleños desde el gobierno del priista Félix González Canto, pasando por la reingeniería de Roberto Borge Angulo y la promesa de un “Cambio y de Oportunidades para Todos” de Carlos Joaquín González (PAN-PRD), han sido engañados y es natural que ya no crean en las promesas.

Urge para esta ciudad un sistema de transporte digno de una capital, un sistema de drenaje para puntos críticos, espacios deportivos en buen estado y la instalación de empresas que generen empleos para los cientos de jóvenes que egresan cada semestre tanto de nivel técnico como de las licenciaturas; es primordial para dejar de depender de espacios en la burocracia porque, hay que decirlo, en el actual gobierno el 70 por ciento de los cargos de primer, segundo y hasta tercer nivel están ocupados por personas provenientes de Cancún y también de otros estados.
Lo que no se haga de aquí a octubre de 2026 ya muy difícilmente se realizará; en el gabinete existen funcionarios que han quedado a deber a la confianza que en ellos depositó Mara Lezama, por lo que sería necesario un ajuste al gabinete antes de la recta final del gobierno marista.
Buscar a la persona que le asegure la continuidad a las obras y proyectos de su gobierno, escribir sus tres cartas que entregará a quien sea su sucesor o sucesora y responderle aún más a la confianza que han depositado los chetumaleños en su gobierno, será la labor de Mara en estos 15 meses que restan antes del arranque electoral.
Y no deben olvidarlo: Chetumal también es Quintana Roo.