Golpe de Mazo
Novedades Chetumal
.
En una reacción exagerada y provocada por el pánico, la Rectora de la Universidad de Quintana Roo (UQROO), Elina Coral Castilla, ordenó la suspensión de labores en Chetumal, Cozumel y Playa del Carmen los días 19, 20 y 21 de noviembre, con el pretexto de que se llevaría a cabo una fumigación en las instalaciones para evitar enfermedades como el dengue, paludismo y chinkungunya.
Esta fumigación no llamaría la atención, de no ser que las fechas coinciden con el tradicional desfile cívico deportivo para conmemorar el inicio de nuestra Revolución, en cuyo marco un grupo de universitarios pretendía realizar una manifestación y una actividad de protesta por los acontecimientos de Ayotzinapa que han conmocionado al mundo.
La acción estudiantil incomodó de tal manera a la Rectora que con un manotazo a distancia ordenó interrumpir toda actividad de la Universidad, incluyendo su participación en el desfile.
Y es que desde la semana pasada un grupo de alumnos de la UQROO que conformaron el Colectivo Cultural Unión y Dignidad invitaron a un evento denominado “Todos somos Ayotzinapa”, a efectuarse en la explanada de la Universidad al término del desfile del 20 de noviembre.
La burda estrategia de Elina Coral fue cerrarles el espacio con un pretexto absurdo, ya que según algunos expertos la fumigación del plantel podría realizarse en unas cuantas horas. De hecho, cada cuatro domingos se efectúa habitualmente.
Para colmo, la Rectora utilizó como voceros al adormitado Colegio de Estudiantes (Colest) y a su presidente, Rafael Gordillo Flores, quien por su actitud zalamera demostró que sirve a los intereses de la Rectoría, traicionando a los estudiantes que lo eligieron como representante.
La noticia se dio a conocer a través del Facebook oficial del Colest, donde en primer lugar se anunció la suspensión de labores para los días 19, 20 y 21, y ante los cuestionamientos de los universitarios, poco tiempo después se anunció la decisión de que la UQROO no participaría en el desfile, desatando un vendaval de críticas.
“En mis tiempos el Colest nunca se prestaría a estas cosas, creo que sus integrantes no entienden cuál es su lugar, no son compañeros ni para representar a la rectora, sino a los estudiantes”, escribió en el muro del Colest el ex universitario Kevin Barrera.
Elina no midió las consecuencias de su acto represivo en contra de los universitarios y causó el efecto contrario, pues encendió el enojo en la comunidad estudiantil que está decidida a realizar el evento de protesta, exhibiendo de paso el espíritu antidemocrático de su Rectora y de sus inútiles representantes.
Elina Coral está convencida de que lleva las riendas de un colegio de monjas, donde todas tiemblan al tener el látigo a la vista. Y quizá no le falte razón.