México, 23 de septiembre
Luego de dos años de trabajo –entre viajes al estudio de grabación en Xalapa, arreglos musicales, registros fotográficos, diseño y maquila–, este mes acaba de ver la luz el álbum Soy un máasewáal, del rapero de origen maya Jesús Cristóbal Pat Chablé, conocido artísticamente como Pat Boy.
En entrevista, Margarito Molina y Karina Rivero, coordinadores del disco e investigadores de la Secretaría de Educación y Cultura de Quintana Roo, mencionaron que el hip hop o rap es un género musical que ha sido retomado por varios jóvenes mayas de Quintana Roo y Yucatán: Adrián Pérez May, El Maya; Selina Nah Ucan y Jesús Pat Chablé son algunos exponentes.
Es un género que utilizando la lengua maya se ha transformado en un interesante fenómeno cultural en la península yucateca, señalaron.
El material es producto del Programa de Desarrollo Cultural Maya y se inscribe en la llamada música popular contemporánea indígena. Esta corriente musical se ha venido desarrollando desde hace un lustro entre varios grupos indígenas del país y, según especialistas, en ella ya participan 13 grupos étnicos a través de géneros como el rock, hip hop y reggae, principalmente.
Sobre si estos fenómenos replantean la cultura tradicional, Molina respondió: Desde hace muchos años sabemos que la cultura es un proceso en el cual los grupos sociales y los individuos no deben ser observados como portadores mecánicos de formas y pensamientos heredados. De acuerdo con sus vivencias, estos grupos y las realidades cambiantes entran en una relación donde los portadores de cultura dan nuevas valoraciones a elementos que toman prestados donde mejor expresan sus intereses, o que incluso crean formas totalmente distintas para responder a nuevas circunstancias. Es aquí donde cabe la propuesta del rap de Pat Boy
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Karina Rivero, quien se ocupó de operar el proyecto, precisa que el disco estuvo precedido por la reflexión de que en ocasiones, estas manifestaciones musicales en contextos novedosos son impulsadas por factores económicos, sociales y las vertiginosas comunicaciones cibernéticas y por eso, explicar las nuevas formas culturales se debe realizar en contextos amplios, no se agota en una acción voluntariosa: no fue una ocurrencia apoyar un disco de rap en lengua maya. Es evidente que con estas expresiones existe una reorganización de las experiencias culturales locales que las desterritorializa, haciéndolas más urbanas y globales
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Con este producto musical se confirma que la cultura popular realiza apropiaciones, lo que la lleva a pisar por momentos el territorio de lo híbrido.
Intercambio generalizado
“Ya debe quedar atrás la imagen de la cultura como un arcón de objetos antiguos, estáticos, nostálgicos y omnipresente. Los individuos y grupos crean, recrean, adoptan, adaptan, desechan o retienen elementos de acuerdo a las situaciones a las que se enfrentan. La cultura que portan los casi 800 mil hablantes del maayat’aan es vivida diferencialmente según la generación, el género, la necesidad de interacción con grupos vecinos y la inserción en el mundo de las nuevas tecnologías”, agrega Molina.
Rivero complementa: Pat Boy y su propuesta musical es un ejemplo de los intercambios culturales generalizados que se dan en el mundo actual: el joven cantante utiliza un género surgido en Nueva York en los años 70 del siglo pasado, en la comunidad negra de South Bronx, para transmitir interesantes mensajes dirigidos a jóvenes hablantes de su lengua originaria; esto es lo valioso. Ritmo de rap y rima en lengua maya es la propuesta
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Para mayores informes dirigirse a Twitter: @rapmaya, Facebook:patboy.rapmaya y en Facebook: Pat-Boy