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Mientras que la directora de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA) desembolsó del presupuesto de la paraestatal unos 755 mil 700 pesos por una lujosa pick up Cheyenne High Country 2015 en la que se traslada con comodidades de magnate a eventos y recorridos en comunidades rurales, las camionetas al servicio de los trabajadores se caen a pedazos por la falta de atención y mantenimiento.
Y es que por lo visto, Paula es presa de su propia frivolidad, pues sus excesos son tan constantes como evidentes, tanto que ya son ofensivos para la ciudadanía.
Porque en el poco tiempo que lleva en el cargo su vida de nueva rica se ha ventilado al público, por la casa con valor millonario que compró en el exclusivo fraccionamiento Andara, la mega fiesta “todo incluido” que realizó en Playa del Carmen con el pretexto de festejar el 33 aniversario de la dependencia, y la reciente compra de la llamativa camioneta –de las favoritas de los narcos, por cierto- pagada con dinero del pueblo.
El contraste del uso discrecional que hace del presupuesto la directora de la CAPA quedó de manifiesto este viernes, cuando una camioneta Nissan “estaquitas” al servicio de la paraestatal se le salió una llanta mientras circulaba debido a la falta de mantenimiento, poniendo en riesgo la vida de los trabajadores y de las personas que transitan por las calles de esta capital.
Según información de los propios empleados, gran parte del parque vehicular está en pésimo estado, con llantas desgastadas y sin mantenimiento por “falta de presupuesto”, mientras que la directora, sin la menor sensibilidad, ostenta su refinado gusto en un vehículo exclusivo que ya quisieran tener muchos secretarios del actual gabinete.
No se vale, Paula.