Quintana Roo es escenario de un despilfarro descomunal e imperdonable de montañas de dinero tan escaso en estos tiempos. Con la excusa de rendir sus informes legislativos han sido inundados todos los municipios con imágenes de diputados locales y federales, cacareando huevos ajenos con la certeza de que todos los quintanarroenses nos tragamos todos sus cuentos.
Porque los informes –en plan de idealismo aplastado por la realidad– deben ser proyectados como una rendición de cuentas sin maquillajes, haciendo un balance objetivo y con datos duros y explicaciones desnudas.
Pero en cambio padecemos una rendición de cuentos donde lo que importa es destacar en espectaculares las poses más fingidas y destinadas a seducir a los ingenuos, tal como ha hecho el Presidente de la Gran Comisión del Congreso, José Luis Toledo Medina, quien pretende ser candidato del PRI a la diputación federal.
Lo mismo ha hecho el diputado federal priista Raymundo King de la Rosa, el chetumaleño que traicionó a Quintana Roo al votar a favor de la homologación del IVA en estados fronterizos, para pasar del 11 al 16 por ciento.
Lo hecho por Raymundo King es imperdonable, y ha cosechado el látigo del desprecio de los quintanarroenses pensantes: amas de casa, profesores, mecánicos, empresarios, estudiantes, carniceros, deportistas, profesionistas…
Y nadie con prudencia política puede efectuar un dispendio impresionante como el emprendido por Chanito Toledo, quien bañó con espectaculares todos los municipios y sin que tenga un solo logro impactante que presumir. Pero está presente en todas las zonas de nuestro estado, desperdiciando toneladas de dinero que reclaman los que menos tienen.
La publicidad apabullante de su informe es más bien una excusa para llevar agua a su molino, promoviendo su imagen con la contundencia de una campaña política en toda forma, y sin que la adormecida burocracia del Instituto Nacional Electoral (INE) tenga los suficientes tamaños para comentar muy en corto este tipo de excesos.
Por su parte, el diputado federal Raymundo King pretende hacer un lavado de imagen, presumiendo logros de todos los diputados de su bancada. Porque tan sólo se le recuerda por su voto adverso para los intereses de los quintanarroenses que teníamos un IVA del 11 por ciento y ahora nos recetaron un pesadísimo 16 por ciento.
Ambos diputados son alentados por la pasividad borreguil de miles de quintanarroenses que padecen amnesia o les tiene sin cuidado lo que hagan sus políticos, recibiendo sedientos sus migajas en tiempos de campaña.
Pero es una descomunal imprudencia lo que han hecho ambos, ya que no se vale tirar la casa por la ventana en una fiesta de 15 años, cuando los parientes pobres se acuestan de nuevo sin cenar y con los recibos de luz y agua vencidos.
