Chetumal, 22 de octubre
Anwar Moguel
El gris director de Deportes del municipio capitalino, Omar Martínez Rodríguez, hizo una más de las suyas al dejar “plantados” a un grupo de deportistas discapacitados a los que previamente había citado para entregarles material deportivo, simplemente porque estaba lloviendo.
Unas gotitas de agua fueron suficientes para espantar al funcionario municipal conocido por su prepotente manera de actuar, mientras que los jugadores de basquetbol en silla de ruedas del Club Pioneros, aún con la dificultad de las condiciones climáticas llegaron puntuales a la cita en el domo del parque de La Alameda, donde se encuentra el Palacio Municipal de Othón P. Blanco.
Beatriz Yam, una ciudadana presente en el lugar de los hechos y notablemente indignada por la acción de este omiso funcionario menor del Ayuntamiento, nos hizo llegar unas fotografías de los para atletas refugiándose de la lluvia en una construcción de un baño ubicada junto al parque, mientras que Omar Martínez se encontraba seco y calientito ya sea en su oficina, o peor aún, en la hamaca de su casa.
Y es que las malas acciones de Omar Martínez han sido una tras otra, de manera que ya se coloca en la lista de los colaboradores incómodos del alcalde capitalino, Eduardo Espinosa Abuxapqui, quien ha dado muestras que este tipo de conductas y de “plantones” a la sociedad no son de su agrado.
De hecho fueron justamente esos arranques de soberbia y prepotencia los que causaron que el alcalde tomara la decisión de alejarlo de sus colaboradores cercanos, degradándolo de Secretario Particular, a director de Deportes, luego de enterarse que intentó utilizar su puesto como alto funcionario municipal para no pagar la cuenta en un bar.
Por supuesto que Espinosa Abuxapqui pretendió darle una lección y a la vez una segunda oportunidad a Omar Martínez, sin embargo este ha mostrado tener la cabeza muy dura y nuevamente deja en evidencia que no sirve para ser funcionario público.
Lo lamentable en este caso, es que embarra el buen trabajo del alcalde quien ha mostrado que el impulso al deporte es una de sus prioridades, lo que dejó claro apenas el pasado 12 de octubre cuando dotó de uniformes y material deportivo a 66 equipos de 27 comunidades.
Para Omar Martínez el deporte no es una prioridad y desde el principio se sabe que no le gustó llegar a esa dirección, porque lo tomó como un castigo y a su vez él se comporta como niño berrinchudo.
Renuente a aceptar las críticas sobre su labor, ahora esta nueva trastada lo pone en una situación difícil, porque los deportistas no están contentos con él al mando de esta dirección. Este funcionario se ha convertido en un tumor maligno que debe ser extirpado sin contemplación para evitar que siga enfermando al municipio, esto lo sabe muy bien el alcalde Eduardo Espinosa Abuxapqui, quien deberá valorar si es sano para el Ayuntamiento mantener a este funcionario mediocre, o de plano mandarlo a un escritorio en la oficina más recóndita del Palacio Municipal, donde no haga daño a nadie.
