Felipe Carrillo Puerto, 17 de octubre
(Cambio22)
Tras un mes de intensas investigaciones, elementos de la Policía Ministerial lograron la captura de dos hermanos implicados en el asesinato de dos jóvenes de la comunidad maya de Tuzik, un hecho que conmocionó al municipio.
Jairo “N” y Rigoberto Jesús “N”, quienes presuntamente atacaron a sus víctimas con arma blanca el pasado 11 de septiembre, fueron encontrados escondidos en una vivienda abandonada en Felipe Carrillo Puerto, donde un familiar los mantenía ocultos, sin acceso a comunicación. El ataque, ocurrido en un crucero cercano a Tuzik, dejó a uno de los jóvenes muerto en el lugar, mientras que el otro falleció horas después en el Hospital General de Felipe Carrillo Puerto.
A pesar de que la Fiscalía General del Estado había activado una recompensa de 200 mil pesos por información que condujera a la captura de los hermanos, las investigaciones llevadas a cabo por la policía fueron las que finalmente dieron con su paradero. Los detenidos lograron huir tras el ataque, internándose en la selva para luego tomar un taxi hacia Felipe Carrillo Puerto, donde su familiar los refugió.
Los hermanos fueron finalmente arrestados y puestos a disposición del juez por el delito de homicidio calificado. Ahora se encuentran en el Centro De Reinserción Social de Chetumal, donde enfrentarán el proceso judicial por el doble asesinato.
Este hecho violento no solo ha sido un caso más de homicidio en la región, sino que ha dejado una profunda cicatriz en la comunidad maya de Tuzik, una población que históricamente ha vivido en paz y armonía. Los jóvenes asesinados eran miembros activos de su comunidad, y su muerte ha levantado preocupaciones sobre la seguridad en el municipio.
El caso también pone de manifiesto la efectividad de las autoridades en un contexto de creciente inseguridad en áreas rurales. Aunque el hecho de que la recompensa no fuera reclamada demuestra que los mecanismos tradicionales de cooperación ciudadana no fueron necesarios en este caso, el trabajo de inteligencia de la policía ministerial permitió la captura de los responsables, dejando un mensaje claro sobre la impunidad.
Jairo “N” y Rigoberto Jesús “N” enfrentan cargos por homicidio calificado, y su destino judicial será decidido en los próximos meses. Mientras tanto, la comunidad de Tuzik sigue esperando justicia para los jóvenes que perdieron la vida en este trágico suceso, con la esperanza de que las autoridades locales fortalezcan los mecanismos de protección y seguridad en la zona.
Este caso se convierte en un llamado de atención tanto para la comunidad como para las autoridades, que deben seguir trabajando de manera conjunta para prevenir futuros hechos de violencia en una región marcada por la vulnerabilidad de sus habitantes.
