Javier Chávez Ataxca
CAFÉ DE ALTURA
Como niño rico, el regidor playense y expriista José Luis Toledo Medina, Chanito, presumió en el Gran Premio de Mónaco un reloj Richard Mille inalcanzable para el común de los mortales, porque vale al menos 3.5 millones de pesos. La imagen detonó el escándalo en las redes y muchos morenistas aprovecharon para ver la paja en el ojo ajeno sin ver el tronco de ciricote en el propio.
Chanito Toledo fue delfín del gobernador Roberto Borge en la batalla interna por la gubernatura librada en 2016, pero quedó en la orilla al ser vencido por el exalcalde playense Mauricio Góngora Escalante. Desde entonces ha dado tumbos en política.
El hijo de Marciano Toledo Sánchez –en los cielos– tiene su billetito y lo disfruta. A principios de 2022 lo vimos muy acaramelado en París con la actriz Sherlyn.
Pero lo inaceptable es que morenistas –como el diputado local chetumaleño Saulo Aguilar Bernés – pongan el grito en el cielo, aprovechando la ocasión porque Chanito está en tierra de nadie en política.
Morenistas, aquí tienen dos troncos de ciricote:
Apenas el ocho de mayo el diputado federal morenista y líder de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), Pedro Haces Barba, estuvo en primera fila en una corrida de toros en Sevilla. También ha ido al Super Bowl y no lo vemos con huaraches y ropa de Milano.
A mediados de febrero pasado, Humberto Aldana Navarro, diputado federal morenista cancunense y exlíder del Congreso local, presumió su foto en el estadio Santiago Bernabeu –casa del Real Madrid– con sus zapatos Louis Vuitton, porque los estilo Andrés Manuel le sacan ronchas.
Entonces los morenistas callaron, como los mariachis.
