Haydee García
Hace unos días, los diputados, cuyo trabajo legislativo tiene poco tiempo, abrieron paso a las farsas con el lema #Tiempo de Mujeres Justicia Social, lo que es una vergüenza y una falta de respeto, ya que con una hoja para tomarse la foto no se ayuda en nada, como tampoco lo hace auto nombrarse justicieros.
La realidad es que Quintana Roo es un lago de sangre que cada día crece, con miedo, intimidación y odio, mientras hay una niebla de mentiras de los funcionarios de alto nivel, como lo es el caso de Julio César Gómez Torres, titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, y el Fiscal General, Raciel López Salazar.
El Colectivo Desaparecido Cancún ha emitido alertas para Chetumal ante las desapariciones de al menos diez personas en una semana, aunque Benito Juárez (Cancún) encabeza la lista, ya que de mayo a octubre de 2024 pasó de 404 a 994 el número de desaparecidos, aumentando diariamente la cifra.
La bancada de morenistas aprobó la iniciativa para que la XVIII Legislatura se declare como la “Legislatura de la Justicia Social”; suena muy bonito, así como de cuento de hadas y fantasías, igual a las falsas promesas de campaña de estos 13 supuestos morenistas. Pero ¿quiénes son los y las justicieras de papel?
Andrea del Rosado González Loría; Paola Elizabeth Moreno Córdova; María Jimena Pamela Lasa Aguilar; Jennifer Paulina Rubio Tello; Silvia Dzul Sánchez; Euterpe Alicia Gutiérrez Valasis; Lilia Inés Mis Martínez; Wilbert Alberto Batun Chulim; Eric Arcila Arjona; José María Cachón Chablé; Saulo Aguilar Bernés; Jorge Arturo Sanén Cervantes y Ricardo Velazco Rodríguez.
Aquí aplica el refrán “del plato a la boca se cae la sopa”, porque la mayoría han hecho lo mismo que criticaron y prometieron no hacer en sus campañas. Pero hay que precisar que de esos 13 hay algunos que se han puesto a trabajar, hablando solo del partido guinda que supuestamente abandera el Congreso, porque se sabe que el partido Verde tiene el poder.
En Morse
La ahora ex titular de la Secretaría de Obras del Estado, Irazú Sarabia, informó que se invirtieron 3 millones 600 mil pesos en un programa de bacheo emergente y que se atendieron 3 mil 400 baches. La pregunta sería: ¿de estos baches reparados cuántos continúan en buen estado? o ¿cuál es el tiempo de vida de una reparación del bacheo emergente?
Son más de 3 millones y medio invertidos en un supuesto bacheo que se llevó el agua, porque en la realidad las calles de todos los municipios, iniciando con Chetumal, tienen cero inversión “visible” y las calles están para llorar. De nada sirve rellenar el bache si al día siguiente por la lluvia, exceso vehicular o sobrepeso vehicular el bache vuelve.
