Alerta Roja

La CAPA no vende agua de consumo humano y las empresas hacen negociazo con miles de quintanarroenses

CAFÉ DE ALTURA 
Javier Chávez Ataxca

Si el agua potable fuera de consumo humano evitaríamos un gasto habitual que al final del mes pega en el bolsillo, dependiendo del garrafón de 20 litros que compres en el OXXO o en las contadas tienditas de la colonia que han soportado a este gigante de mil brazos.

El garrafón de Epura es vendido en los Oxxos en 57 y 64 pesos, pero el agua Cristal es más barata. Hoy en el OXXO de la Maxuxac con Magisterio encontré la oferta de agua Cristal: 48.50, como se observa en la imagen. Otros van por agua rellenable, nada confiable y accesible para los humildes. Pero al menos sirve para hervir frijoles. 

Sea quien sea el titular de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado –le perdí la pista desde la salida del cancunense Alberto Covarrubias Cortés–, tiene que garantizarnos agua de consumo humano en hogares y oficinas.

Las empresas venden agua y el negocio va viento en popa. En la otra esquina, la CAPA no puede o no intenta purificarla. Así ha sido por años, incluso décadas.

Estoy seguro que muchos aceptaríamos un aumento del 100 por ciento en nuestros cobros mensuales si nos dan agua consumible.

Según la definición del agua potable, “puede ser consumida sin causar problemas de salud, al beberse o preparar alimentos”. Pero esto no ocurre en Quintana Roo, y por ello miles y miles van por su agua purificada, a pie o en auto.

A fines de septiembre de 2016, al comparecer Gustavo Guerrero Ortiz ante diputados locales, Laura Beristain Navarrete puso en riesgo la salud del titular de la CAPA, al forzarlo a beber agua de la llave. 

El “agua potable” la utilizamos para bañarnos y trapear, pero en el camino acumula todo tipo de impurezas minerales que obstruyen las tuberías, hasta apenas permitir un chorrito en la regadera. Vaya chinga. 

Detectar las causas de esta agua impura es una obligación del titular de Agua Potable, porque ubicando el origen pueden ir resolviendo con certera inversión un pendiente de alto impacto social en los municipios donde aún opera la CAPA, como en nuestra capital, Tulum y la zona maya.

Como medida emergente y que puede llegar para quedarse, la CAPA puede colocar bebederos de agua purificada en zonas concurridas y que cuenten con vigilancia permanente. Ya saben cómo son muchos de aprovechados y destructores.

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