Cancún, 3 de septiembre
Pese a que para el presente ciclo escolar, autoridades de Educación y Cultura del estado dispusieron incrementar casi al doble el número de escuelas de Tiempo Completo en el estado, por carecer de infraestructuras como comedores y cocinas, ha sido caótica su puesta en marcha, lo que se evidencia en planteles de escolaridad primaria de esta ciudad, donde por carecer de estos espacios, los mismos padres de familia se ven en la necesidad de llevar refrigerios a sus hijos, incumpliendo de inicio la premisa de procurar una alimentación sana.
Según sus objetivos de creación, las Escuelas de Tiempo Completo son aquellas que amplían su horario de atención a jornadas de entre 6 y 8 horas para fortalecer la calidad de los aprendizajes; optimizar el uso efectivo del tiempo escolar con la finalidad de reforzar las competencias lectoras, matemáticas, de arte y cultura, de la recreación y desarrollo físico; y por último, fortalecer los procesos de la inclusión y convivencia escolar, en niveles de preescolar, primaria y secundaria.
En el caso de Quintana Roo, no ha sido posible lograr dichos objetivos, pese a haber transcurrido cinco años desde que inició dicho programa, que aún carece de las infraestructuras elementales que requiere, pues además de los comedores y cocinas escolares, no cuentan con canchas deportivas, materiales y espacios didácticos para el desarrollo de las actividades extra que se supone deben recibir los estudiantes durante las horas extra de clases.
En el caso de una escuela ubicada en el fraccionamiento Brisas del Mar, al Norte de la ciudad, en la que hace un par de semanas autoridades educativas y municipales inauguraron el presente ciclo escolar, la semana pasada se le concedió operar como de Tiempo Completo, como parte del incremento en el número de dichos planteles que fue anunciado por las instancias de Gobierno.
Sin embargo, al carecer de comedor, según indicó la directora del plantel, Sandra Luz Bodegas, instancias de la SEyC decidieron reducir una hora su horario de operación, que actualmente es de 7:00 de la mañana a 2:00 de la tarde.
Debido al espacio y los recursos faltantes, los mismos padres de familia de los 485 estudiantes de esta escuela se ven en la necesidad de tener que llevarles almuerzos a sus hijos, al carecerse también de una cooperativa escolar.
Por ello, a las 12:00 del día, decenas de padres y madres de familia se aglomeran hacia las rejas de entrada para llevarles el lunch a sus hijos, el cual consiste en muchos casos de alimentos poco nutritivos, como empanadas, refrescos embotellados, frituras y demás comida chatarra, ante lo que la misma directora de la escuela reconoció que falta mucho por hacer para que el plantel educativo a su cargo, como la gran mayoría de las existentes y las previstas para el estado , sea una verdadera escuela de tiempo completo.
Fuente: Quequi