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Los 24 años de Mario Villanueva sin libertad

Desde los Once Pasos

Javier Chávez Ataxca

El gobernador Mario Villanueva se esfumó en Mérida el 27 de marzo de 1999, después de un encuentro oficial con el gobernador Víctor Cervera Pacheco. El priista chetumaleño aprovechó una repentina rendija para cruzar muros y puertas, dejando como monigotes de plastilina a los guardianes federales que le hacían estrecho marcaje personal.

A nueve días de entregarle el poder a Joaquín Hendricks Díaz inició el sufrido viaje que no imaginó cuando fue escalando posiciones políticas en el PRI, hasta ser por fin “destapado” como candidato a la gubernatura a principios de noviembre de 1992, por decisión final del Presidente Carlos Salinas.

Ayer Mario Villanueva cumplió 24 años sin libertad, porque esta condición incluye los 26 meses que permaneció escondido en un poblado cercano a Mérida, hasta entregarse en Alfredo V. Bonfil la noche del 25 de mayo de 2001.

Esa entrega pactada fue convertida en hazaña por el Presidente panista Vicente Fox, en quien Mario Villanueva confió creyendo que comprendería los motivos reales de la cacería atizada por el antecesor del guanajuatense de las botas: el priista Ernesto Zedillo, quien ordenó en chinga la preparación de un expediente para acusar a Villanueva de narcotráfico.

En lugar de hoteles de Dubái, Nueva York o la Ciudad de México, Mario Villanueva puede enumerar su estancia en cárceles como la de Almoloya, Estados Unidos, el estado de Morelos y hasta el Cereso de Chetumal, incluyendo dos clínicas privadas de la capital –la Independencia y la Campestre– y hoy una vivienda de Residencial Andara, hasta donde le llega el aroma de su rancho El Mostrenco.

El hijo de Chetumal se aproxima a los 75 años y ha confiado en la sensatez de tres Presidentes después de Fox: Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, en quien Villanueva depositó sus reservas de esperanza sin el fruto soñado: la libertad.

La foto es de la autoría de mi compadre chetumaleño Jorge Couoh Ayala, uno de los mejores fotógrafos de Quintana Roo.

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