Haydee García
En la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA), su titular, Alberto Covarrubias Cortés, trae un cochinero de tal magnitud que la corrupción llega al cobro del 30 por ciento a proveedores de esta dependencia, una bomba de putrefacción.
La situación de pobreza y el rezago en la prestación de servicios básicos son un contraste en Quintana Roo, el estado turístico más importante de México, situación que ha empeorado en estas últimas fechas con los constantes apagones por la construcción del Tren Maya, principalmente en Tulum.
Esta semana inició con el aviso de la CAPA para Chetumal de una afectación en el suministro de agua potable derivado del sistema de energía eléctrica. Sin más importancia que un simple aviso de las colonias afectadas.
Claro está que Covarrubias Cortés está en total valemadrismo sobre la situación y usa la misma excusa de todos: que la anterior administración dejó un desastre en la CAPA, lo que nos lleva a las interrogantes: ¿cuánto tiempo más seguirán las excusas?; ¿a dónde se va el dinero legal y el no legal obtenido por las mordidas del 30 por ciento?; ¿quién dio la instrucción de este cobro?
No hay que olvidar que en Quintana Roo ninguno de sus 11 municipios tiene una cobertura completa de drenaje. Esto, acompañado por el acelerado crecimiento turístico y el incremento poblacional trae un desorden urbano con graves consecuencias ambientales.
El agua contaminada y el saneamiento deficiente están relacionados con la transmisión de enfermedades como el cólera, otras diarreas, la disentería, la hepatitis A, la fiebre tifoidea y la poliomielitis.
En morse
Nuevamente Quintana Roo ocupa los primeros lugares de muerte, ahora por dengue, esto de acuerdo con los Servicios Estatales de Salud, donde su titular Flavio Carlos Rosado se la pasa en Cancún sin atender oficinas centrales en Chetumal.
Lo más delicado de la situación es que con estas cifras la entidad se posiciona como el estado con mayor número de muertes por esta enfermedad, seguido por Nayarit y Oaxaca que registran una muerte en cada estado, con lo que suman cinco defunciones en México.
