CAFÉ DE ALTURA
Javier Chávez Ataxca
La Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA) debe estar arrepentida de haber asignado una obra de gran impacto social a la empresa chetumaleña MAYPE Construcciones, porque el pasado once de marzo murieron sepultados en una zanja dos trabajadores, al colapsar la rehabilitación del sistema sanitario cerca del plantel de Bachilleres. Concluido el trabajito, ahora a cien metros del sitio de la tragedia se derrumbó un tramo de pavimento en el cruce con Aarón Merino Fernández, muy cerca de Farmacias Guadalajara y en la zona de semáforos.
La chetumaleña MAYPE tuvo meses de sobra para concluir un cambio de tuberías subterráneas –sustitución de colectores– y la reapertura se realizó hasta el pasado 30 de abril, pero la obra no pasó la prueba con las primeras lluvias de la temporada ciclónica.
Personal de la empresa confía en remendar la obra en cosa de uno o dos días, si el tiempo se los permite. Pero aquí es obligada la intervención de expertos de la CAPA y en obra civil para que revisen la entraña de esta obra de polvorón que ya costó dos vidas.
Sabemos que no hay empresa que se niegue a aceptar todo tipo de obra, aunque su complejidad sea enorme y esté más allá de su capacidad. Por ello la CAPA tiene que revisar a fondo los antecedentes de estas empresas, porque el gobierno invierte muchos millones de pesos y se afecta a la población, directa o indirectamente.
