CAFÉ DE ALTURA
Javier Chávez Ataxca
En prisión preventiva, el joven Francisco Clemente fue el último que vio con vida al enfermero Ramiro Cáceres López –su amigo desde hace 12 años– y hay pruebas que lo incriminan: el casquillo localizado cerca del cadáver fue disparado por la misma arma asegurada en su casa de Nicolás Bravo, donde el detenido tenía dos placas metálicas con quemadura que fueron retiradas del vehículo del enfermero de 30 años.
En la conferencia de la mesa de seguridad de este lunes el Fiscal General Raciel López Salazar mostró pruebas que hunden a Francisco Clemente, cuya liberación fue exigida ayer por la tarde por sus familiares y amigos que bloquearon la carretera federal a la altura de Nicolás Bravo, en cuyo paraje fue localizado el cadáver del enfermero desaparecido la tarde-noche del 13 de abril.
“La víctima recibió varios golpes contusos en el pecho, provocándole así la muerte. También se aprecia una herida producida por proyectil de arma de fuego en la región frontal derecha del cráneo, misma que es postmortem, lo que indica que el agresor disparó el arma de fuego después de que la víctima había fallecido”, detalló el Fiscal.
En el cateo en casa de Francisco Clemente –ubicada en Nicolás Bravo– se aseguró un arma de fuego abastecida con nueve cartuchos útiles calibre nueve milímetros, de uso exclusivo del Ejército; también aseguraron dos placas metálicas con daño por quemadura, y que son del vehículo de la víctima: un Chevrolet Tracker color gris.
Procedente de Chetumal, el enfermero iba en carretera para ver a su padre en la localidad de Felipe Ángeles, próxima a Nicolás Bravo. Pero se le ponchó una llanta trasera en la comunidad de Francisco Villa y por ello llamó a su amigo Francisco Clemente, para que lo ayudara a buscar una llanta de refacción en Nicolás Bravo.
Ahí Ramiro llamó a su madre que vive en Estados Unidos y le explicó su situación. Fue su llamada de despedida.
Según el resultado de la prueba científica, el casquillo encontrado cerca del cadáver de Ramiro fue disparado por la misma arma asegurada en el domicilio de Francisco Clemente, puesto a disposición del Juez de Control que le impuso la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa, en tanto se determina su situación jurídica.
