Alerta Roja

Mary Hernández es una verruga en el cuerpo casi perfecto de la 4T

Desde los Once Pasos

Javier Chávez Ataxca

Por su venenoso e inconfesable trato con José Esquivel Vargas, “Chak Meex” – su antecesor en la alcaldía maya de Felipe Carrillo Puerto–, la morenista Mary Hernández es una verruga en la alineación competitiva de la Cuarta Transformación integrada por Morena, Verde Ecologista y PT, cuyo “carro completo” compromete la primeriza y voraz dama disfrazada de indígena.

Pedirle un préstamo de casi tres millones al alcalde saliente la ata de manos para proceder penalmente contra el saqueador joaquinista, quien evaluando la circunstancia precisa pasó a la ofensiva y recurrió al tribunal para demandar intentando recuperar una suma muy fuerte equivalente al ingreso anual de cientos de habitantes del municipio que Mary Hernández “gobierna” con insultante frivolidad.

Porque la mala paga Mary Hernández se da baños de pureza en el partido fundado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien ya han puesto al tanto en su Mañanera de las tropelías de esta suertuda mujer del costoso camionetón blanco que vomita en los principios de la 4T: “no mentir, no robar y no traicionar”.

¿Para qué diablos necesitó Mary Hernández 2 millones 970 mil pesos? Menos se justifica el préstamo cuando ella ya había ganado la elección, doblegando cómodamente a Paoly Perera Maldonado. A menos que el préstamo haya sido ofrecido por Chak Meex y ella cayó redondita, porque con esa operación José Esquivel Vargas tiene un salvoconducto a la impunidad que ha disfrutado desde su salida.

Mary Hernández es una verruga en la alineación casi perfecta de la Cuarta Transformación y mete en aprietos a su pareja sentimental Johana Acosta Conrado, quien es figura decorativa en la dirigencia estatal de Morena donde la alcaldesa de Carrillo Puerto es indeseable y puede ser un peligro electoral si va por la reelección y despiertan los carrilloportenses, acostumbrados hasta ahora a votar por un chimpancé si es candidato de Morena.

Pero la tolerancia tiene un límite y los carrilloportenses lo han demostrado a lo largo de la historia. Por ello pueden sacudirse a la verruga Mary Hernández si se le planta una retadora decidida a rescatarlos de su pesadilla, porque ya hasta extrañan al tóxico “Chak Meex” con todos sus excesos y raterías.

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