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Novedades Chetumal
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Las mujeres vuelven a desempeñar un papel no protagónico para la gubernatura de Quintana Roo, relegadas a los segundos planos y con insinuaciones de candidaturas en todos los partidos, pero nada en firme.
Cuando uno revisa la lista de prospectos para la gubernatura, descubre esa deficiencia y ese auge de varones que han conquistado la gubernatura a partir de 1975, e incluso han sido gobernantes del Territorio sin permitir el paso a las damas.
En 1999 una mujer tuvo la gubernatura al alcance del aliento: Addy Joaquín Coldwell, quien fue proyectada para relevar a su compadre, el gobernador Mario Villanueva Madrid. La participación de Sara Esther Muza Simón y Joaquín Ernesto Hendricks en el proceso interno del PRI para la selección de candidato a esa silla fue incluso simple trámite, hasta que Mario Villanueva metió la cola e impulsó a Hendricks.
Decían que Addy tenía a su favor al presidente Ernesto Zedillo, quien impidió que Villanueva impulsara a su sucesor. La mesa estaba servida para la hermana del ex gobernador Pedro Joaquín Coldwell, era apoyada por políticos de su círculo selecto, entre ellos Carlos Cardín Pérez.
Addy Joaquín no tenía una trayectoria impresionante, ya que apenas en 1997 ocupó la diputación federal porque Mario Villanueva la habilitó como candidata para cerrarle el paso a su rival, Pedro Joaquín.
En la siguiente elección de 2005 la hija mayor de Nassim Joaquín participó como candidata, pero postulada por la coalición PAN-Convergencia. Y quedó en la tercera posición, ampliamente superada por Juan Ignacio García Zalvidea.
En 2010 la cozumeleña Sara Latife Ruiz Chávez estuvo en la lista selecta, pero no llegó tan lejos. Errores tácticos impidieron su arribo a la candidatura, y en la reciente elección del siete de julio estuvo a milímetros de ser de nuevo diputada federal, ahora plurinominal.
Quien fue en cambio candidata del PAN a la gubernatura en 2010 fue la ex alcaldesa de Isla Mujeres y diputada federal, Alicia Ricalde Magaña, quien fue enviada a la tercera posición que tanto persigue al panismo en Quintana Roo.
Pero ahora difícilmente es localizable una mujer competitiva para que luche por la silla del Olimpo, convertida en cosa de hombres.
