CHETUMAL
Anwar Moguel/ Javier Chávez
Revista Puntual Regional
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El 24 de abril de 2012, la entonces Senadora del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Ludivina Menchaca Castellanos, subió a la tribuna del Senado para proponer una controvertida reforma a la Ley de Horarios de los Estados Unidos Mexicanos que buscaba crear un cuarto huso horario para nuestro país, exclusivo para Quintana Roo.
“De aprobarse esta reforma podemos ganarle dos horas más de sol para comodidad de los turistas, que se quejan que en Cancún se pone el sol, pues muchas veces a las cinco de la tarde, o las cuatro, cuando apenas ellos están regresando de alguna isla, o están en pleno, disfrutando del pleno mar”, recitó la política quintanarroense ante los senadores presentes.
Ese fue el punto de origen del nuevo huso horario que entró en vigor en Quintana Roo el primer día de febrero de 2015, a pesar de que desde el primer momento generó un multitudinario rechazo popular de los quintanarroenses comunes a los que nunca les preguntaron ni escucharon su opinión.
De hecho, la iniciativa no fue idea de la senadora Ludivina Menchaca, pues ella solo fungió como portavoz de un poderoso grupo de empresarios turísticos encabezados por la ex dirigente empresarial de Cancún, Cristina Alcayaga, quien fue la verdadera impulsora de la reforma a la Ley de Horarios.
Viendo únicamente sus intereses económicos tasados en dólares, Cristina Alcayaga cabildeó con las autoridades gubernamentales y convenció a Ludivina Menchaca de las enormes bondades de un proyecto que, en principio, establecía adelantar dos horas los relojes en relación al horario del Distrito Federal.
De inmediato la empresaria y su amiga política pusieron manos a la obra, y en total sigilo recaudaron un “importante” número de firmas, aunque los documentos y las cifras exactas no se dieron a conocer.
Por razones más que obvias, se limitaron a recaudar firmas en los principales destinos turísticos del estado: Cancún, Cozumel y Playa del Carmen, donde los empresarios y sus empleados fueron los principales “soportes” de esta iniciativa.
Esta campaña de recaudación de firmas fue realizada en los últimos meses de 2011 y los primeros de 2012, excluyendo por completo de la toma del pulso social a los municipios del sur del estado y de la zona maya.
La agenda de la dupla Alcayaga/Menchaca siguió su curso y vio su punto culminante ese 24 de abril, cuando las cifras alegres presentadas en tribuna por la senadora quintanarroense convenció al Senado de aprobar el dictamen. 84 votos a favor, 0 en contra.
Y entonces, explotó la bomba.
La información de la aprobación de un nuevo horario para la entidad que de golpe y porrazo movía dos horas la rutina de la población causó una ola de indignación entre habitantes de los diez municipios del estado, que sorprendidos, no daban crédito a la infame acción de la senadora del Verde.
Las reacciones no se hicieron esperar: hubo marchas, manifestaciones y las redes sociales se inundaron con un contundente rechazo al cambio de horario tan solo un par de meses antes de las elecciones federales de 2012.
El factor electoral fue decisivo para echar abajo el primer dictamen, ya que la reforma a la Ley de Horarios fue turnada a la Cámara de Diputados, donde convenientemente se envió a la congeladora para calmar las aguas en Quintana Roo.
Renace la polémica
En enero de 2013 el diputado federal del PRI, Raymundo King de la Rosa, tomó la estafeta de manos de la saliente senadora y revivió el tema, declarando que promoverían el cambio de horario por los mismos motivos expuestos anteriormente, con un supuesto ahorro de luz, pero sobre todo una mayor derrama económica para el sector turístico.
Sus declaraciones pusieron nuevamente el tema en la agenda política nacional, y desde ese momento King de la Rosa se convirtió en uno de los principales impulsores y defensores de la polémica iniciativa, ganándose en el proceso el desprecio de sus votantes del sur que se sintieron traicionados por su “representante popular”.
Y es que desde que se supo la intención de imponer a como dé lugar el nuevo huso horario, miles de habitantes de los municipios sureños se pronunciaron abiertamente por el NO, pero sus diputados se hicieron de la vista gorda para favorecer a los grandes consorcios hoteleros, agencias de viajes y empresarios del sector turístico.
Una vez fuera de la congeladora, la iniciativa se dejó en el horno a fuego lento, y se fue cocinando de a poco a medida que el rechazo popular se fue diluyendo al paso del tiempo. Al principio, incluso se sugirió la creación de un huso horario “VIP”, exclusivo para la zona norte del estado donde se encuentra la Riviera Maya y Cancún, dejando el horario de siempre en la zona maya y en el municipio capitalino, pero no se llegó a un consenso.
Lo curioso del caso es que una vez que las condiciones políticas y sociales estuvieron a punto para dar la estocada final, no fueron los diputados priistas ni sus alfiles del Verde Ecologista quienes presentaron la iniciativa, sino que fue la “aguerrida” diputada del PRD, Graciela Saldaña Fraire, quien presentó la propuesta el 9 de octubre de 2014 y la defendió en tribuna, con el respaldo del resto de los representantes populares quintanarroenses.
“Acudo a esta tribuna para expresar y fundamentar la posición favorable del Grupo Parlamentario del PRD en torno al presente Dictamen expresando también el sentir y la percepción de una inmensa mayoría de ciudadanos y habitantes del estado de Quintana Roo que desde hace tiempo reclaman estas modificaciones y que hoy con el voto favorable de esta Honorable Asamblea podrán al fin concretarse en beneficio de la economía y sociedad quintanarroense”, dijo al momento de abrir su discurso, ignorando las marchas, las manifestaciones y las miles de menciones en contra de la iniciativa que saturaron las redes sociales en los meses previos.
Un mes después, el 4 de noviembre de ese mismo año, el Congreso local también en total sigilo envió paralelamente a la Cámara de Diputados una iniciativa de reforma en el mismo sentido, para dar mayor celeridad al proceso de aprobación. Quien operó para que los diputados locales apoyaran en bloque la iniciativa fue el entonces líder de la Legislatura, José Luis “Chanito” Toledo, hoy virtual candidato del PRI a la diputación federal del Distrito 01.
El 4 de diciembre de 2014 la iniciativa para reformar la Ley de Horarios y establecer la zona horaria sureste, la cuarta del país, fue sometida a votación recibiendo 258 votos a favor, uno en contra y una abstención.
De los quintanarroenses, votaron a favor Graciela Saldaña Fraire (PRD), Gabriela Medrano Galindo (PVEM), y los priistas Raymundo King de la Rosa, Lizbeth Gamboa Song y Román Quian Alcocer. La panista Alicia Ricalde Magaña estuvo convenientemente ausente, por lo que no votó, sin embargo todos los diputados de su bancada dieron la aprobación al cambio de horario.
La misión estaba cumplida. Los diputados federales lucharon con todo para favorecer a uno de los sectores que gozan de los mayores privilegios en Quintana Roo, pisoteando la voluntad popular.
Las cifras alegres
Desde el 2012 que fue presentada la iniciativa original hasta este 2015, las cifras estimadas en cuanto a la derrama económica y el ahorro de energía eléctrica no cambiaron, tampoco los argumentos.
El primer discurso de Ludivina Menchaca Castellanos resumió la postura empresarial y se convirtió en la bandera de los diputados federales que se encargaron de concretar la imposición.
Este es el fragmento primordial del discurso en tribuna de la ex senadora del PVEM:
“Con la implementación de la medida propuesta se obtendrá una mayor competitividad respecto a otros destinos del Caribe, como son Puerto Rico, Bahamas, Jamaica y Cuba, en adición se alcanzaría una mejor conectividad a ella con 19 estados unidos, de los Estados Unidos de América, y dos provincias de Canadá, así como cinco países caribeños; un país centroamericano, y tres países sudamericanos.
El establecimiento de una zona horaria traerá como beneficio menores tiempo de interconexión para manejo del mismo horario con ocho aeropuertos de Canadá y 22 de los Estados Unidos.
En el aspecto económico se prevé tener un incremento en la demanda y la derrama anual, estimada de mil 845 millones de pesos adicionales para nuestro Estado, lo cual representa un incremento de 3.64 por ciento.
Y otro aspecto que hay que tomar en cuenta, es que esta reforma y la implementación del a misma, podemos realizar un consumo de electricidad considerablemente en Quinta Roo, la Comisión Federal de Electricidad estima que obtendremos un ahorro de energía entre 21 mil 285 y 23 mil 454 megawatts hora al simular un cambio de huso horario, dichos ahorros de energía resultaría una demanda evitada de 11 megawatts.
De aprobarse esta reforma la sociedad quintanarroense dispondremos de más horas de luz al final del día, propiciando las condiciones adecuadas para la recreación al aire libre y estimulando con ello una mayor convivencia familiar sin dejar de mencionar también en el término de su jornada a los trabajadores y los estudiantes, que podrán desplazarse a sus hogares con luz del día.”