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Novedades Chetumal
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El Movimiento Magisterial en Resistencia de Quintana Roo, reminiscencia del extinto Comité de Lucha Magisterial surgido en el calor de las protestas contra la Reforma Educativa en el 2013, realizó el pasado viernes la primera marcha de manifestación sobre la remodelada Avenida de los Héroes exigiendo, entre otras cosas, la derogación de la Reforma Educativa, la cancelación de la Evaluación Docente, y de paso hasta la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
La marcha no fue muy nutrida, congregando cuando mucho a unos 200 profesores, sin embargo es una alerta para las autoridades educativas que han visto crecer paulatinamente la intensidad de las protestas.
Y es que los grupos disidentes del magisterio como el Movimiento Magisterial en Resistencia que está muy ligado al denominado Comité Ejecutivo Nacional Democrático (CEND), facción del SNTE también conocida como “bases magisteriales”, y por otro lado la controvertida Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), instalada en toda forma en Quintana Roo con células operando para captar adeptos, están aprovechando la inconformidad magisterial por la evaluación en proceso para llevar agua a su molino.
Las protestas iniciaron desde hace dos semanas, por convocatorias a través de las redes sociales que invitaban a rechazar la evaluación. Lo preocupante es que en ese breve lapso de tiempo el número de manifestantes se ha incrementado en un mil por ciento. A la primera manifestación en Chetumal realizada en las oficinas de la SEyC, acudieron unos 20 maestros; una semana después se manifestaron alrededor de 70. En la última marcha, se contabilizaron poco más de 200.
En Cancún y Playa del Carmen se ha registrado el mismo fenómeno, por lo que las autoridades educativas locales no deben hacerse de la vista gorda ante esta tendencia a la alza que podría detonar en un problema mayor.
Porque en 2013 la mecha se encendió de la misma manera, pero por la cercanía con el receso escolar las señales de alerta fueron ignoradas y la bomba explotó justo al inicio del ciclo escolar 2013-2014, dejando sin clases a más de 300 mil alumnos de primaria y secundaria por dos meses.
Y eso, simplemente no debe ocurrir de nuevo.
