CHETUMAL, 20 de noviembre
Anwar Moguel
Propinando una bofetada con guante blanco a la rectora de la Uqroo, Elina Coral Castilla, Un contingente de unos 700 universitarios y estudiantes de diversas escuelas de nivel medio y superior de la capital del estado, marcharon por todo el Boulevard Bahía hasta llegar al domo del Parque de la Alameda (frente a palacio municipal) en protesta por la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero.
“¡No somos plaga, somos estudiantes!”, fue el mensaje que enviaron los universitarios a la rectora Elina Coral, quien intentó coartar un evento cultural de protesta programado para este 20 de noviembre en la explana de la Uqroo, con el pretexto de que las instalaciones serían fumigadas.
La decisión de cerrarles la puerta de su propia casa a los estudiantes de la Uqroo tuvo el efecto contrario, ya que como resultado de esa acción los jóvenes convocaron a una marcha y decidieron trasladar el evento de protesta a una nueva sede.
La convocatoria lanzada por estudiantes de la Uqroo tuvo gran eco, y desde temprana hora, cientos de jóvenes empezaron a concentrarse en la Concha Acústica del Boulevard Bahía, desde donde partieron con rumbo al Palacio Municipal. El derrotero del contingente pasó frente al Congreso del Estado y el Palacio de Gobierno, lugares que se encontraban rodeados de vallas y resguardados por elementos antimotines de la policía estatal.
Gritando consignas y protestas, los estudiantes mostraron su indignación por los hechos lamentables sucedidos el pasado 26 de octubre en Ayotzinapa, Guerrero, donde 43 estudiantes normalistas desaparecieron luego de ser detenidos por policías municipales.
Alrededor de las 9:30 de la mañana iniciaron con el programa de su evento cultural de protesta denominado “Todos somos Ayotzinapa”, congregando alumnos de la Uqroo, ITCH y de los dos planteles del Colegio de Bachilleres, entre otras escuelas.
Los universitarios reunidos en el lugar comentaron que la marcha y la protesta fueron un éxito, sobre todo porque el intento de callarlos terminó por convencer a más jóvenes de sumarse a esta causa.
