Golpe de Mazo
Novedades Chetumal
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Las cosas marchan muy mal en la Unidad de Especialidades Médicas para la Detección y Diagnóstico del Cáncer de Mama (Uneme Dedicam) de Chetumal, en gran parte por la mano nauseabunda del director administrativo de la Secretaría Estatal de Salud, Raúl Aguilar Laguardia, cuyo poder y voracidad en la dependencia no conocen límites.
En puerta una campaña intensiva para detectar o descartar cáncer de mama, esta Unidad ubicada a la entrada de la capital está inmersa en el caos, con todo el peligro que representa para cientos de mujeres que confían en su potencial médico y técnico.
El envío a la dirección general de un galeno inexperto y ausente, como lo es Juan Carlos Angulo González, ha complicado la situación en una Unidad que precisa los profesionales más capacitados y comprometidos con la delicada misión de la que depende la salud de muchas mujeres quintanarroenses, quienes tienen su única opción en esa noble institución.
Raúl Aguilar Laguardia, director administrativo de Sesa, envió a su cuñada como administradora y la señora se ha encargado de poner piedras en el camino en lo más elemental, como decir que no cuentan con gasolina para el traslado de mujeres de comunidades cercanas, o no hacer la gestión para contratar a un segundo técnico radiólogo, ya que se le acumula el trabajo al único con el que cuentan por las tardes.
Raúl Aguilar maneja a la Uneme Dedicam como su rancho sin que el dinero salga de su bolsillo, ya que se da el lujo de disfrazar de enfermeros a quienes juegan en su equipo de futbol, con tal de que sean bendecidos por la nómina a un alto precio.
Urge una revisión y depuración en esta Unidad, y el secretario estatal de Salud, Juan Lorenzo Ortegón Pacheco, debe comenzar por llamar a cuentas a su voraz director administrativo, ya que Raúl Aguilar Laguardia ha hecho mucho daño al meter a la nómina a sus familiares. Porque hasta uno de sus sobrinos labora en el sector salud de Playa del Carmen, gracias a la riesgosa generosidad del tío influyente.
Si las cosas salen mal –y el peligro está latente–, el titular de Salud pagará los platos rotos y sobre todo las pacientes que sean víctimas de un diagnóstico fallido. Porque al director administrativo de SESA no le está yendo nada mal que digamos.
El cáncer de carne y hueso en la Uneme Dedicam debe ser erradicado por salud pública. Porque es uno de los más letales que enfrentamos, ya que lo encubren el temor y la complicidad.
