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2024, año de elecciones, retos y oportunidades

Visión Intercultural

Francisco J. Rosado May
fjrmay@hotmail.com

Prácticamente estamos iniciado un año nuevo, con sueños, expectativas, y con renovada energía. Esta columna agradece la atención de los lectores, deseándoles paz, salud y prosperidad, junto con sus seres queridos en este 2024.

En Quintana Roo, y otros estados, ha iniciado el proceso electoral local. La política está desatada, la mayoría de las conversaciones buscan posicionar algún interés, partido, punto de vista; lamentablemente poco análisis crítico y casi nula búsqueda de consensos. ¿A quién le conviene una sociedad polarizada?

La cita que tenemos los mexicanos el 2 de junio será un parteaguas en nuestra historia. Un país dividido es preludio de perder-perder. No se podrá entender ni atender los grandes retos sociales para un mejor desarrollo.

Un sondeo hecho en el centro del estado de Q. Roo muestra que las preocupaciones de la sociedad, en orden de importancia, son: 1. Seguridad. Todos los días hay noticias de violencia de diferente índole: robo, levantamientos, muertes, violencia. 2. Salud. El acceso a servicios adecuados de salud debe tener un cambio importante. Por ejemplo, las citas con especialistas no son cercanas a la fecha de solicitud; la percepción es que para la fecha de la cita la enfermedad ya avanzó. 3. Educación. El cambio de modelo educativo en primaria no ha logrado mejorar la calidad, incluso hay opiniones de que no lo hará. Al seguir esta tendencia los estudiantes no tendrían las competencias y conocimientos para los siguientes niveles de secundaria, bachillerato y menos para superior.

4. Trabajo. Si bien es cierto que los macroproyectos como el tren Maya y Sembrando Vida han creado oportunidades de trabajo, la preocupación es en el futuro cercano; al terminar la obra o el programa, se termina el empleo también. 5. Economía. Todo lo anterior desemboca en la economía, pero la percepción es que la economía no es lo más urgente actualmente. La falta de seguridad implica mayor inversión para tener cierta tranquilidad; la falta de buenos servicios de salud y medicinas, y calidad en educación implica tener que acudir a servicios particulares con la consecuente erogación por ser más costosos; aún con el incremento al salario mínimo o la pensión del bienestar, el ingreso económico familiar por trabajo tiene enfrente una taza de inflación que aún no está controlada. En consecuencia, la economía, especialmente a nivel de microeconomía, la familiar, está mostrando síntomas de problemas; quienes van al mercado a hacer sus compras diarias saben del tema y tienen una alta preocupación.

 La paz y tranquilidad, así como buena salud y educación son condiciones indispensables para el buen desarrollo, para el crecimiento económico que necesitamos. Sin recursos (no hay que olvidar que también se necesita recursos para cubrir la deuda externa e interna), y, especialmente, sin una buena estrategia para el crecimiento económico sostenible -aunque parezca una contradicción, no lo es cuando hay buena planeación y operación por gente capaz-, tendremos problemas en el corto plazo.

Pero las elecciones de 2024 ofrecen una buena oportunidad para atender esos retos. Hay que exigir a todos los candidatos propuestas que tengan un buen sustento y que sean operadas por personal altamente capacitado.

Sigamos conversando sobre el tema, pero con pensamiento crítico, creativo, en un contexto de cooperación multicultural en donde existen diferentes puntos de vista, a través de una comunicación eficaz. Es decir, hacer política de la buena, aplicando las 4C.

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