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No hay salud, sin salud mental…

Palabras Más, Palabras Menos

Leny Prado

En el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, conmemorado el pasado 10 de octubre, vale la pena reflexionar sobre la salud mental y sus consecuencias en nuestro país y estado.

De acuerdo con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se establece que “toda persona tiene derecho a la protección de la salud”, y la mental es tan importante como la física.

Por años se ha invisibilizado un problema que afecta a centenares de personas y que les limita tanto o más que las enfermedades del cuerpo. La mente es capaz de incapacitar a quien padece cualquier trastorno y más aún si no recibe un tratamiento constante e integral.

De acuerdo con plan sectorial de salud mental y adicciones 2023-2024 de la Federación, se reconoce que “a pesar de que los trastornos mentales son la principal causa de años perdidos por discapacidad y además contribuyen a la pérdida de productividad y otros costos indirectos para la sociedad, aún presentan brechas desatendidas en varios frentes”.

Agrega que “no hay recursos humanos especializados suficientes, puesto que en casi la mitad de la población mundial se tiene 1 médico psiquiatra por cada 200 000 habitantes, y México no es la excepción.

Hay acceso insuficiente a los servicios de atención, que conlleva a la brecha de tratamiento y retraso en el diagnóstico temprano y oportuno, así como el manejo integral, mismos que repercuten en el pronóstico tanto para la vida como para la función de la persona. Por esta razón, las personas con esquizofrenia u otros trastornos mentales graves fallecen entre 10 y 20 años antes que la población general, la mayoría de las veces por enfermedades físicas prevenibles.” Así lo señala literal el Plan Sectorial.

Radiografía que retrata perfectamente lo que ocurre en México y Quintana Roo no se excluye de tal problemática, ya que siendo un polo turístico donde padres y madres de familia viven la otra cara del paraíso, trabajando largas jornadas que no se equilibran con el tiempo que pasan en casa y mucho menos con el dedicado al disfrute. Por lo que tanto adultos como jóvenes están expuestos a grandes cantidades de estrés, depresión y la posibilidad de acercarse al mundo de las drogas, vulnerando su salud emocional.

La pandemia fue una maestra en la enseñanza de que sin salud mental, la física también  tiene merma. Tan solo en el primer año los trastornos de ansiedad y depresión aumentaron 25 por ciento en nuestro país.

El más reciente informe del INEGI destaca que durante 2021 el estado registró una tasa de 11.1 por cada 100 mil habitantes en cuanto a suicidios en jóvenes de 15 a 29 años, terminando con su vida antes de comenzarla.

Por su parte, según datos del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, durante 2022 se registraron mil 450 casos de depresión en el estado, 80 mas que en 2021.

No cabe duda que es necesario un modelo de atención a la salud mental con carácter prioritario. Si bien en el estado tanto en Chetumal como en Cancún están a disposición de la ciudadanía las Unidades Médicas Especializadas y Centros Integrales de Salud Mental UNEME CISAME, con servicios gratuitos de psicología y psiquiatría, los medicamentos se encuentran a la posibilidad o no del abasto, que ha sido el talón de Aquiles de muchas familias.

El desabasto de medicamentos tanto en el sector público como privado y la disminución en los presupuestos acrecentaron los problemas psiquiátricos en nuestro país, y la paulatina desaparición de los hospitales de salud mental de los cuales no se tiene registro en el estado deja aún más vulnerables a pacientes.

Decenas de personas con graves afectaciones de salud mental, que a falta de tratamiento o medicación llegan incluso a la violencia, son momentáneamente recluidos en instalaciones de las cárceles municipales, señalados de cometer faltas administrativas, que al poco se les permite volver a casa, sin que se ataque de raíz el problema. Las cárceles del estado no están lejos de esto, tan solo la madrugada de este lunes se registró en Chetumal el suicido de un preso con antecedentes de esquizofrenia, quien purgaba una sentencia de 30 años por asesinato.

No hay duda, la merma en todos sentidos por falta de una higiene mental debe preocuparnos y ocuparnos. En México, una tercera parte de la población presentará un problema asociado a la salud mental a lo largo del ciclo de su vida y, teóricamente, 79 por ciento no recibirán tratamiento.

Buscar a tiempo las herramientas que nos permitan mejorar, puede hacer la enorme diferencia entre vivir y disfrutar cada día o terminarla muy pronto.

Y ya pasadito el Grito de Independencia y solo para no dejar… cuidemos la salud mental para distinguir entre personajes representativos de nuestra mexicanidad y protagonistas efímeros de realitys show que hacen la complacencia de funcionarios banales que no pierden la oportunidad de ya pagado con recursos públicos,  llevárselo a casa, a la fiesta privada.

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