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Tecnología de Países Bajos para acabar con las inundaciones en la capital de Quintana Roo

El Periódico de Ayer
Javier Venegas

A los Países Bajos se les llama así porque precisamente se encuentran bajo el nivel del mar, por lo que recurrentes inundaciones a lo largo de su historia los han puesto a la vanguardia de las tecnologías de manejo de agua, tanto residual como pluvial.

En el caso particular de las tecnologías urbanas de evacuación de aguas residuales han logrado adaptar una válvula de vacío cuya vida útil es de al menos 50 años que solo requiere pequeñas revisiones cada diez años.

En nuestra querida ciudad Chetumal que ha cumplido 127 años, cada temporada hemos sufrido inundación tras inundación dado que nuestra cercanía con el mar cuya altura va de uno a 10 metros, nos hace proclives a las inundaciones recurrentes; ya que como se sabe, orográficamente una gran cantidad de riachuelos confluyen siempre en nuestra querida bahía.

Nuestro recordado fundador, Othón Pompeyo Blanco Núñez de Cáceres, en el año 1898 buscó un lugar ideal en la desembocadura del Rio Hondo, donde fundó Payo Obispo -semilla germinal de Quintana Roo-. Por su ubicación, durante muchos años ese pequeño poblado estuvo expuesto a un sinfín de avatares de la naturaleza, como huracanes y mareas altas, no obstante dada la pequeñez del lugar esa epopeya se fue convirtiendo en un arquetipo de urbanización moderna.

Ahora con mas de 170 mil habitantes y una gran cantidad de colonias, ese sueño floreció y la bondad de sus tierras atrajo a miles de personas, amén de las que aquí han nacido. Mucha de la infraestructura urbana no se planeó en su momento para el explosivo crecimiento de la antigua Payo Obispo; tal es el caso del sistema de drenaje pluvial y alcantarillado que data al menos unos 30 años; desde entonces solo se han hecho composturas y mantenimiento más bien paliativos.

De ahí la importancia que la actual administración de la gobernadora Mara Lezama haya ido al fondo del problema con el que lidiamos cada año los chetumaleños, por lo que su administración indagó sobre la vanguardia en la investigación del tema y concluyó en los Países Bajos.

En términos generales, la tecnología adoptada consiste en recolectar el agua pluvial a través de unas líneas de gravedad donde se genera una presión negativa en la red formando un vació creado por una bomba que pudiera encontrarse a más de cinco kilómetros de distancia del último pozo de recolección.

Es decir, ingresa agua y a intervalos aire a una velocidad de entre cuatro a seis metros por segundo; el aire en expansión impulsa las aguas residuales hacia el punto de evacuación, mientras la energía es proporcionada por la propia red de vacío.

Si esta tecnología con un costo de 68 millones de pesos funciona, pondremos punto final a la grave crisis de inundaciones que hemos sufrido por tantos años y veremos entonces que nuestros impuestos se utilizan adecuadamente en lo que a los chetumaleños nos preocupa y ocupa.

La gobernadora Mara Lezama al momento de supervisar las obras para sustituir seis mil 900 metros de tubería por poliducto de alta densidad, considero a la obra como de “gran calado” y que está incluida en un amplio programa para ir saldando la deuda histórica con los habitante de la capital quintanarroense.

Tras  destacar que el nuestro es el único Estado de la República que contará con el novedoso sistema, la mandataria remató: “Ya no habrá rebosamientos, malos olores, ni afectaciones a negocios o casas. Este es el tipo de obras de justicia social que realmente cambian vidas, y lo logramos porque cuando se combate la corrupción el dinero alcanza para más. De esto se trata el Nuevo Acuerdo por el Bienestar y Desarrollo de Quintana Roo, de obras que sí se sienten porque se hacen bien y a la primera. Pero lo más importante, pensando siempre en el bienestar del pueblo”, concluyó.

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