CAFÉ DE ALTURA
Javier Chávez Ataxca
La elección mayor de 2027 será una pila de los azotes de Morena a la desnutrida oposición de Quintana Roo; encuerados recibirán la paliza en el combate por la gubernatura y alcaldías como Cancún y Playa del Carmen, aunque a Morena le preocupan al menos cuatro municipios, incluida la capital. Pero si la 4T se aplica “toma todo” de nuevo, como en el juego de la pirinola.
En la carrera por la gubernatura ha ganado terreno el senador morenista Eugenio Segura Vázquez (en la imagen), mientras en las carpas de la oposición no hay una sola figura con espolones capaz de desafiar, encabezando desde ahora el ataque.
A estas alturas no queda claro si PAN y PRI juntarán sus miserias para ir al matadero. Ambos chiquitines soñaron con llevar como candidata estelar a la exalcaldesa playense Lili Campos Miranda, cuya derrota ante la morenista Estefanía Mercado la obligó a refugiarse en los brazos de la 4T, para salvar el pellejo.
Los panistas no tienen una sola figura digna de mención para disputar la grande, aunque son capaces de facilitarle aún más las cosas a la 4T si se anima a ser comparsa Reyna Tamayo Carballo, dirigente estatal y diputada local.
El PRI tampoco cuenta con una sola figura competitiva, pero puede echar mano de su diputado local playense Filiberto Martínez Méndez, quien en 2022 habría sido mejor candidato a la grande, pero fue designada Leslie Hendricks Rubio, hija del exgobernador Joaquín Hendricks.
En Movimiento Ciudadano difícilmente José Luis Pech aceptará ser de nuevo candidato, porque lo fue de Morena (2016) y del Movimiento Naranja (2022) y no le fue nada bien. Y pensar que el “Diamante Negro” Roberto Palazuelos abrigó ese sueño y ni siquiera pudo ser senador de primera minoría, al ser derrotado por la panista Mayuli Martínez Simón.
Como en los tiempos de aquel PRI invencible, cuando se conozca el nombre del candidato estrella de la 4T ya sabremos quien será el sucesor de Mara Lezama.
