Chetumal, 17 de marzo
Por Esto Q Roo
El pasado fin de semana entró en operaciones el primer hotel casino de la capital de Quintana Roo, con lo que se amplían los espacios para los apostadores chetumaleños.
Con esto, la ciudad ya cuenta con dos casinos funcionando, uno en la plaza de Las Américas, y el recientemente abierto en la primera planta del hotel Arges, en el centro de la ciudad.
Aunque aún no es su inauguración oficial, el pasado fin de semana empezó a operar este segundo casino chetumaleño, el cual por el momento cuenta con 10 máquinas tragamonedas, pero en los próximos días se le irán agregando más, así como un área de bingo.
Con esto, la capital de Quintana Roo ya tiene su primer hotel casino, que será un espacio más para albergar a los cientos de jugadores chetumaleños, así como para ir formando nuevos ludópatas.
Este centro de apuestas pertenece a los dueños del hotel casino Princess instalado en las cercanías de la Zona Libre de Belice, los cuales presuntamente con algún permiso federal obtenido previamente, han logrado establecer su fraudulento negocio en Chetumal.
Con esto, la búsqueda de acercar los casinos de Belice a sus principales jugadores, que son los habitantes de Chetumal, ya es una realidad, y obedece a una estrategia para que los ludópatas no tengan que recorrer más de 14 kilómetros desde la ciudad a la frontera, donde existen otros dos casinos operando.
De manera extraoficial, se supo que uno de los objetivos de crear este casino en Chetumal, se debe a que las ganancias del casino Princess se han reducido en los últimos años, por lo que sus dueños están buscando la manera de acaparar el mayor número posible de jugadores.
Por ello, la necesidad de buscar acercarse a la sociedad chetumaleña para no perder a muchos de sus clientes frecuentes, así como captar un mayor número de jugadores, pues el área donde se pretende ubicar esta sucursal está en medio de una zona de bancos y hoteles.
Además, con el proyecto de remodelación de la avenida Héroes, que está próxima a concluirse, el casino tendrá un mayor beneficio una vez que empiece a llegar mayor número de turistas, que se pretende conseguir con las nuevas obras.
Anteriormente, la ciudad ya contaba con 2 casinos funcionando, sin embargo, en enero de 2014 fue clausurado el casino Caribe ubicado en el Boulevard Bahía, debido a que no contaba con su documentación en regla, manteniéndose cerrado hasta la fecha.
Es necesario mencionar que los casinos provocan costos sociales importantes que las autoridades no están tomando en cuenta, y entre las principales afectaciones se encuentran el fomento a la ludopatía, enfermedad que acarrea consecuencias de gravedad a quienes la padecen y para sus familias.
Entre estos problemas está el endeudamiento económico, bancarrotas, desfalcos, pérdida de patrimonio por culpa de las apuestas compulsivas, que a su vez ocasionan problemas de violencia intrafamiliar, situaciones extremas de frustración y estrés, pérdida de empleo e incluso, suicidios.
Pero éstos no son los únicos problemas a los que una sociedad con casinos está expuesta, por lo que las autoridades correspondientes deberían analizar todas las alternativas posibles para disminuir el impacto negativo de contar con dos casinos en la ciudad.
Es importante remarcar que los juegos de azar, en gran medida se aprovechan del ciudadano pobre, aunque la realidad es que las máquinas electrónicas están programadas para dejar a los jugadores sin un centavo, y de ahí proviene el conocido dicho de “la casa nunca pierde”.
Desde la perspectiva emocional, el juego de azar consiste en ganarle a las probabilidades, que se sabe están en su contra.
El proceso interno que ocurre en general a estas personas, es querer ganarle a la realidad, que en infinidad de casos resulta ser adversa y que por experiencia se sabe que se va a perder.
En general, no se puede ganar siempre y la realidad constata que en los casinos son muy pocas las personas que sí ganan, ya que el casino nunca operará con cifras en su contra.
Esto significa que el casino se llevará la mayor parte de lo que se apuesta, y únicamente repondrá una mínima cantidad de este dinero, de esta manera nunca perderá y tampoco pondrá un peso de su bolsa, por lo que se puede decir que de cada 10 jugadores, la mayoría siempre perderá.
A esto hay que agregar el evidente fraude a los jugadores que han caído en la ludopatía, por parte de los casinos Las Vegas y Princess, ubicados en la frontera con Belice, así como el Yak de Chetumal, que se encuentra en la plaza Las Américas, en donde las máquinas prácticamente nunca dan premios grandes, y sólo entretienen a los jugadores con bonos y premios dispersos.
Chetumal no es la excepción a las problemáticas mencionadas con anterioridad, pues existen diversos casos donde familias han perdido su patrimonio, sus pertenencias, su trabajo, incluso el ingreso con el que sostienen los gastos familiares, sin que ningún tipo de autoridad tome medidas al respecto.