Columna a la Carta
Javier Chávez Ataxca
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Deseo que goces de óptima salud –luego del susto que nos diste hace un año–, y que tu proyecto del Partido Morena se consolide como una buena opción política que le urge a la Patria.
Espero recuerdes la interesante entrevista que te hicimos en el programa radiofónico Desde el Café (del Sistema Quintanarroense de Comunicación Social), luego de la desaseada elección de principios de julio de 2006, cuando te arrebataron el triunfo y te superó el panista Felipe Calderón por millonésimas de segundo.
Te escribo para comentarte que un video que ronda las 420 mil visualizaciones me ha obligado a fijar una postura contundente, ya que en todo terreno y circunstancia me opongo a los linchamientos y lluvia de metralla, sobre todo cuando son obra de militantes y simpatizantes de la izquierda y en particular del Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
“Callan a periodista lambiscón del PRI”, es el título de ese video que circula viralmente en las redes. Tal video –compartido en diversas cuentas – capta un encendido debate entre Gerardo Fernández Noroña y mi compañero de micrófonos, Ramón Humberto González Reyes, excluyendo la mayor parte de la candente entrevista efectuada a fines de abril de 2014 en el programa de comentarios Sipse Café, coordinado por un servidor.
Que Gerardo Fernández Noroña y Fidencio Uicab Chuc enumeren a las estaciones radiofónicas que le abrieron aquel día micrófonos a Noroña en Chetumal. Fuimos los únicos, como ha de recordar el chetumaleño Fidencio Uicab, quien por cierto no se tomó la molestia de agradecer la apertura del espacio.
Me decepciona que un acto de osadía periodística abra las compuertas del canal del linchamiento. Porque hemos entrevistado a seres tan incómodos como Noroña y ninguno había soltado la jauría, acribillando una postura de Ramón Humberto que es por supuesto rebatible, pero nunca la manga ancha para las cuchilladas virales.
Ramón Humberto fijó su postura en contra de las marchas, y esto sacó de quicio a Noroña. Hasta ahí todo aceptable, ya que este tipo de arrebatos es parte del periodismo porque exhibe a las personalidades iracundas. Pero de ahí a masacrar en redes sociales a un periodista hay una enorme distancia.
Mostrarte los comentarios tan ofensivos en el anonimato de las redes no tiene caso, pero debo precisar que son obscenos, hirientes, injuriosos y producto de unas masas en el paroxismo del linchamiento.
Los simpatizantes de Morena –no todos, por fortuna – no discuten, agreden; no polemizan, satanizan; no debaten, lapidan; no reflexionan, injurian. Para muchos la mentada de madre es lo primero que les llega a la cabeza cuando hay que dinamitar a aquel se cometa el pecado mortal de no coincidir al pie de la letra con sus mandamientos islámicos.
Al hablar de tales simpatizantes de Morena no me refiero sólo a los de Quintana Roo, sino a los de todo el país. Y muchos con la justificación de que están muy indignados tienen patente de corso para atacar a hachazos a todo aquel que ose contradecirlos, como Jack Nicholson en la película El Resplandor.
Considero que las leperadas como metralla no deben ser bajo ninguna circunstancia la carta de presentación de un partido de izquierda, como el tuyo que anda en pañales y que está llamado a desplazar al PRD.
Todavía recuerdo que tú en campaña presentaste en 2012 un evangelio de ensueño: “Fundamentos para una República Amorosa” que abraza el “progreso con justicia y una manera de vivir sustentada en el amor a la familia, el prójimo, naturaleza y patria”.
¿Fue tan sólo recurso de marketing en campaña? Porque estos amorosos están ausentes y han sido desplazados por bravucones con sus alforjas repletas de explosivos.
Debo precisarte que tu partido se ha nutrido en Quintana Roo de ex perredistas corruptos que sólo tienen en la mira su propio beneficio. Otros no hacen trabajo de campo y sólo pierden el tiempo en las redes sociales. Y todos están colgados de tu figura, como supremo hacedor de milagros políticos.
Espero que esta carta no sea interceptada, ya que te confieso que en la próxima elección federal no votaré por ningún candidato de Morena, por las razones expuestas. En cambio, te garantizo que como periodista todos sus líderes y candidatos recibirán de mi parte un trato equitativo, porque una cosa es la simpatía o el desencanto partidista y otra muy aparte es la obligación del periodista. Me despido deseando que disfrutes en armonía esta temporada navideña que nos invita a la reflexión y a ser mejores seres humanos. Deseo lo mejor para tu familia y que Dios te cuide, amigo Andrés.
P.D. Cuando me escribas, no olvides darme los nombres de los líderes de tu partido en Quintana Roo, porque a ninguno conozco a estas alturas del proceso electoral.