Golpe de Mazo
Novedades Chetumal
A tan solo unos días de que miles de maestros quintanarroenses acudan a presentar los exámenes de Carrera Magisterial, la corrupción rampante que existe en el sistema educativo hace acto de presencia manchando un proceso que, en teoría, debiera ser totalmente transparente para dar certeza a los buenos maestros de que serán recompensados aquellos que obtengan el mayor mérito académico.
Y es que como en los años anteriores, en los días previos al examen se abre un “tianguis” oculto donde se ofertan a precios que van de los mil y hasta los dos mil 500 pesos la clave de los diferentes exámenes que los profesores presentarán el próximo sábado y domingo, donde tendrán la posibilidad de ascender en su nivel salarial por última ocasión, ya que a partir de 2015 deja de existir el programa de Carrera Magisterial.
Esto ha hecho que la mayor parte de los docentes del estado participen en un proceso evaluativo que incluye cursos de capacitación y evaluación a los alumnos, además de un examen que puede valer hasta el 50 por ciento de la calificación total.
Aprovechando la situación, la “mafia de los exámenes” que opera desde hace años en el estado y que involucra tanto a personal administrativo de la SEyC como a miembros de la Sección 25 del SNTE, está promocionando la venta a todo lo que da, y lamentablemente la ambición hace que muchos de los profesores opten por comprar las claves en lugar de competir en buena lid.
La venta a granel de estos exámenes ocurre en las narices del titular de Educación, José Alberto Alonso Ovando, y del líder sindical Rafael González Sabido, quienes no han movido un dedo para investigar y detener de tajo este flagelo, permitiendo que el examen se convierta en un chiste y que la deshonestidad sea recompensada.
La denuncia es añeja; la venta de exámenes y de claves de los mismos ha sido una constante desde hace más de cinco años. Existen denuncias periodísticas de este hecho desde el 2011, pero nadie se atreve a ir hasta el fondo del problema para dar con los culpables.
Cabe señalar que este turbio negocio rinde grandes dividendos tanto a los que “roban” los exámenes como a los que los revenden, generando ganancias de cientos de miles de pesos en ganancias libres de polvo y paja.
La denuncia viene del propio magisterio, de maestros que ven con indignación como muchos de sus compañeros adquieren sus exámenes contraviniendo los principios éticos de la profesión, mientras quienes no entran en ese juego, sienten –con justa razón- que son afectados, pues sus posibilidades de ascenso se ven mermadas debido a la corrupción.
No se vale, y las autoridades educativas deben realizar una investigación seria para identificar y desmantelar esta mafia que tanto daña a la educación.