Chetumal, 19 de febrero
(Cambio22)
Durante la madrugada de ayer sábado 17 de febrero, el Capitán Segundo del Batallón de Ingenieros Militares pertenecientes a la Secretaría de la Defensa Nacional, Luis Hernández Mora, fue arrestado por llevar consigo un arma de fuego y causar disturbios a las afueras de la conocida discoteca “Carpe Diem”.
Junto a él, también fue detenido su hijo, y se les incautó una importante suma de 800 mil pesos en efectivo, aparentemente relacionados con actividades ilícitas vinculadas a las concesiones de obras del Tren Maya. Actualmente, Hernández Mora se desempeña como Ingeniero Militar en la obra federal ubicada en el sur de la entidad.
Se informó que el Capitán Segundo estuvo involucrado en un altercado dentro del establecimiento, desenfundando su arma de servicio para intimidar a los presentes.
Según testimonios, su hijo, sin cargo militar, también portaba un arma de fuego de uso exclusivo del ejército. La intervención de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, tras una llamada al 911, condujo al hallazgo de los involucrados en el interior de una camioneta Ford 150, color blanco, con placas XX-43-885 del estado de Veracruz.
La inspección del vehículo reveló un arma de fuego y la mencionada suma de dinero.
El funcionario no pudo explicar de manera convincente el origen del efectivo, alegando que proviene de su fondo de retiro, una afirmación considerada falsa debido a su actual posición como Ingeniero Militar en activo.
Cabe destacar que la opacidad en el manejo de recursos destinados al proyecto Tren Maya, obra insignia de la 4T, han propiciado este tipo de actos de corrupción, permitiendo que quienes lo ocupan obtengan grandes sumas de dinero a través de tratos ilícitos.
Además, estos funcionarios han sido previamente criticados por su actitud prepotente hacia los trabajadores de la obra.
Es crucial resaltar la magnitud de la obra federal y sus costos.
La estimación inicial del costo era de 156 mil millones de pesos, pero una revisión del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) reveló que la inversión será 2.4 veces mayor, alcanzando al menos 373 mil 699 millones.
Las razones de este sobrecosto se desconocen debido a que la información sobre el proyecto se mantiene reservada por ser considerada una “obra de seguridad nacional”.
Situación que han aprovechado los altos cargos militares para lucrar con “diezmos” que piden a subcontratistas de obra y que ellos canalizan para su beneficio personal.
Está situación ha generado un malestar entre la misma tropa al presenciar el enriquecimiento ilícito de estos oficiales y jefes, quienes hoy en día portan costosos vehículos así como adquieren terrenos y casas en diversos puntos de esta zona del país.
Dadas estas circunstancias, no sorprende que funcionarios como el Capitán Segundo, Luis Hernández Mora, se involucren en prácticas corruptas que los beneficien económicamente.
Las acciones de este individuo ponen de manifiesto las lamentables conductas que aún persisten. Luis Hernández, su hijo y los 800 mil pesos han quedado bajo la custodia de la 34 Zona Militar, la cual determinará su situación. Además se hace necesario que la comandancia de la 34 Zona Militar explique bajo quién quedará el resguardo de ese dinero, así como el origen del mismo y poner a disposición de sus mandos al autor de este incidente.
Diario CAMBIO 22 informó el día de ayer sobre las amenazas verbales proferidas por el mando militar contra los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana que intervinieron en el lugar de los hechos para cumplir con su deber de proteger a la ciudadanía.
Durante el proceso de detención, Hernández Mora, expresó su intención de buscar la destitución de todos los elementos que participaron en el operativo, a pesar de la presencia de más de 7 unidades en el lugar.
La pregunta obligada ¿Quién protege a este oficial para que porte esa cantidad de dinero, así como amenazar a los policías que lo detuvieron?