Principales

El fin de una era para los chetumaleños

Pena Capital

Javier Chávez
Novedades Chetumal
.

La sucesión de Joaquín Hendricks a fines de 2004 fue la última operada por un chetumaleño –el presidente de la república era el panista Vicente Fox, ajeno al proceso–, y a muchos sorprendió que el gobernador maniobrase para enviar al hospital a su compadre Eduardo Ovando Martínez, quien se plantaba como un peso completo reforzado por sus “redes amigas” en las que participaba un puñado de priistas con poder de convocatoria, comenzando por el ex alcalde de Solidaridad, Miguel Ramón Martín Azueta.

Hendricks entregó la candidatura a Félix González Canto (Cozumel), desplazando a su candidato favorito Víctor Alcérreca Sánchez por considerarlo muy vulnerable ante el Mike Tyson que se fortalecía en Cancún: Juan Ignacio “Chacho” García Zalvidea.

Al excluir a Eduardo Ovando, Hendricks entregó las doradas llaves del poder y el chetumaleño ha tenido que batallar en serio por la gubernatura a partir de 2010, en un escenario sumamente complicado y con una dificultad adicional: el creciente peso poblacional de la zona norte, donde el municipio de Solidaridad destaca con su alcalde Mauricio Góngora Escalante, seguido por el diputado federal electo José Luis “Chanito” Toledo.

raymundo-pri3El principal retador de Chetumal es el diputado federal y dirigente del PRI local, Raymundo King de la Rosa, quien ha emprendido una labor de intenso posicionamiento aprovechando su próximo informe de labores.

King de la Rosa va con determinación por la gubernatura y tiene aceptable presencia en el estado, ventaja decisiva cuando llegue la hora de colocarlo en la báscula. El diputado federal saliente se ha desplazado por todos los municipios, llevando en el bolsillo su porcentaje de participación en el proceso federal del pasado siete de junio, cuando la coalición PRI-Verde arrasó en los tres distritos.

El líder chetumaleño pretende consolidarse como un quintanarroense que aspira formalmente a la gubernatura, fuera de la órbita de los desgastados capitalinos que han participado en política desde el siglo pasado y cuyo capital político se agota en cinco o seis incondicionales que los acompañan a todas partes.

El alcalde capitalino Eduardo Espinosa Abuxapqui es la otra carta del sur, y ya tuvo la experiencia de estar en la terna de aspirantes en 2010. Y si bien tiene enorme presencia en Chetumal y sus alrededores, su punto débil está en el resto de los municipios donde no ha logrado penetrar.

Este es el nuevo escenario de los políticos chetumaleños, inaugurado a principios de noviembre de 2004 por el gobernador Joaquín Hendricks, el menos chetumaleño de los tres que han tenido las riendas de Quintana Roo.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba