.
.
.
Novedades Chetumal
.
Cuando el PRI ha enfrentado a un solo adversario que va en serio, no sólo ha sido colocado contra las cuerdas, sino que ha conocido la derrota. Más si el Tricolor envía candidatos rechazados y la maquinaria del partido no desarrolla todo su potencial. La elección local de 2005 es inolvidable para el PRI, ya que su proceso interno para la selección de candidato a la presidencia municipal de Cozumel dejó enchilado al priista Gustavo Ortega Joaquín, quien fue de inmediato asimilado como candidato por la coalición PAN-Convergencia que probó las mieles de la victoria, derrotando al priista Javier Félix Zetina González.
En el segundo distrito –Othón P. Blanco, Bacalar, Felipe Carrillo Puerto y José María Morelos– la candidata priista Arlet Mólgora Glover mantiene la primera posición, perseguida por Mahmud Chnaid Novelo (PAN), Domingo Flota Castillo (PRD) y Andrés Ruiz Morcillo (Independiente).
Arlet tiene a favor la fragmentación de las simpatías captadas por sus oponentes, y a estas alturas ninguno ha apretado el paso para amenazar a la candidata del PRI, cerrando la elección. Los datos en poder de estos partidos no son confiables porque cada uno eleva a las alturas a su candidato, deslizando en corto cifras engañosas que inyectan triunfalismo en partidarios y simpatizantes.
Han pesado más los spots de los partidos difundidos por las televisoras en cadena nacional, y cuyas ofertas han sido explotadas por candidatos como el panista no panista Mahmud Chnaid, quien se ha apoyado en la publicidad diseñada por la dirigencia estatal del PAN, punzocortante y combatida por el PRI porque ha impactado en sus entrañas.
En Chetumal, tanto Mahmud Chnaid como Andrés Ruiz Morcillo están al tú por tú disputando la segunda posición. Sus estrategias han sido opuestas, ya que el panista se ha inclinado por la propuesta y la confiabilidad, anteponiendo su trayectoria intachable; por su parte, Morcillo le ha apostado al escándalo, subiendo el tono a la campaña sin que esto implique un aumento significativo en su aceptación.
El proceso ya está muy avanzado y difícilmente habrá cambios radicales en el posicionamiento de los candidatos. Y no olvidemos al perredista Domingo Flota Castillo, quien tiene su potencial y juega siempre a ganar.