Chetumal, 3 de octubre
Este jueves 2 de octubre del 2014, una mala noticia se conoció en Chetumal: A los 89 años de edad, en un hospital de la ciudad de Mérida, Yucatán, falleció doña Antonia Madrid viuda de Villanueva, a quien cariñosamente los chetumaleños conocían como “Doña Toñita”.
La capital del Estado perdió con este hecho a una dama que dejó huella no sólo por su fortaleza y firmeza de voluntad, sino por su apreciado compromiso con la incansable labor social y altruista, a la que se dedicó en cuerpo y alma durante muchos años; y si bien la tragedia quiso imponer una sombra a sus últimos años, su espíritu humanista nunca se apagó, como bien le supo reconocer la comunidad a la que se brindó desinteresadamente.
La señora Antonia Madrid Santín nació el 13 de junio del año 1925, en la ciudad de Chetumal, Quintana, Roo, donde permaneció toda su vida, fomentando la cultura del esfuerzo y del trabajo, así como la ayuda a sus paisanos y semejantes.
A los 15 años de edad, en 1940, contrajo matrimonio con Ernesto Villanueva Martínez, con quien procreó seis hijos: Ileana María, Elvia, Addy, Sara Araceli, Arturo y Mario Ernesto, este último el más conocido de todos, puesto que llegó a ser gobernador del Estado de 1993 a 1999.
Doña Toñita Madrid era conocida por su memoria privilegiada, pero también por haber sido modista, saber de enfermería y corte de cabello, entre otras capacidades, y hay quien recuerda que, aún siendo recién casada, las utilizó como ayuda, en la colonia “Las Casitas”, para dar asistencia con sus conocimientos a las personas más necesitadas.
Ese espíritu humanista la llevó a prestar servicio social en el Hospital Morelos en el momento más trágico que ha padecido Chetumal, el funesto desastre causado por el huracán Janet en septiembre de 1955.
Pero la labor altruista de Doña Toñita Madrid tuvo un nuevo empuje con la creación del Estado Libre y Soberano de Quintana Roo, que al cumplir su 40 aniversario, el próximo 8 de octubre, ciertamente extrañará a una de sus pioneras.
En 1982, cuando bajo el gobierno de Pedro Joaquín Coldwell, colaboró como coordinadora del voluntariado del Centro de Rehabilitación de Educación Especial en Chetumal, impartiendo conocimientos para la elaboración de conservas de frutas de la región, así como de jarabes, cuando Addy Joaquín Coldwell presidía el Centro de Desarrollo Integral para la Familia, donde recibió el honroso reconocimiento por su labor, de manos de la primera dama del país, la señora Paloma Cordero de De la Madrid.
Entonces, uniendo esfuerzos con la presidenta del DIF, emprendió la misión de formar e integrar el Comité de Solidaridad con el Anciano, iniciando con esto el grupo altruista de promotoras voluntarias del primer comité en la historia del nuestro Estado, en apoyo a este grupo social vulnerable.
En el año 1988, el proyecto tuvo mayor impulso, al evolucionar en el Comité de Solidaridad con el Anciano y el Club de la Tercera Edad, donde Doña Toñita, en compañía de su equipo de trabajo, fortaleció el servicio a esta comunidad, con el respaldo de la primera dama Señora Rosalía Janneti de Borge.
Asimismo, con un grupo de compañeras apoyó al Centro de Rehabilitación de Educación Especial (CREE) y a la Casa Hogar de los Niños (hoy Ciudad de los Niños), la cual estuvo primero en su domicilio.
Pero a la tarea de su mayor dedicación fue levantar y llegar a feliz término el primer asilo de ancianos.
Por petición de la Lic. Rosalía Janneti, Doña Toñita funda el Club de la Tercera Edad, donde se imparten clases de danza, aerobics, juguetería, tejido, corte, confección y urdido de hamacas entre las mismas socias del club quienes inicialmente eran veinticinco, en la fecha inaugural del 27 de julio de 1988.
Por su labor, la maestra Socorro Rodríguez Cámara, representante del Instituto Nacional de la Senectud (INSEN) en el Estado de Quintana Roo, propuso darle nombre al Club de la Tercera Edad, realizándose un consenso con las promotoras voluntarias y éstas quedan de acuerdo en que lleve el nombre de la Sra. Antonia Madrid Vda. de Villanueva, por lo que, el 27 de julio de 1998, en el décimo aniversario, fue develada la placa por el Gobernador Constitucional del Estado, que entonces era su hijo, Mario Ernesto Villanueva Madrid, junto con la presidenta del DIF, Isabel Tenorio de Villanueva.
La labor humanitaria de Doña Toñita recibió un reciente homenaje de la ciudad de Chetumal, en el marco de la celebración del 106 aniversario de la fundación de Payo Obispo.
El 5 de mayo de 2004, en sesión solemne del cabildo Othón P. Blanco que presidía Eduardo Espinosa Abuxapqui y ante la presencia del entonces gobernador Joaquín Hendricks Díaz, se le galardonó a Doña Toñita con la medalla al Mérito Ciudadano, por ser una mujer forjadora del Estado, por su aportación a la asistencia social en Quintana Roo.
Allí, ante la comunidad a la que se brindó, se reconoció por su labor altruista, por ser luchadora social, promotora voluntaria de los desamparados, desvalidos, abandonados y desprotegidos, y porque su trabajo fue ejemplo para fundar el primer asilo de ancianos.
Pero la sociedad chetumaleña también le ha guardado mucho respeto a esta pionera del Estado, porque en los últimos años de su vida la tragedia la golpeó con muy tristes momentos, desde el fallecimiento de su esposo, Ernesto Villanueva Martínez, el 1 de marzo de 1994, asesinado mientras descansaba en su rancho; hasta la persecución judicial, encarcelamiento, juicio y extradición de su hijo, el exgobernador de Quintana Roo, Mario Ernesto Villanueva Madrid.
Otro golpe anímico que no logró doblar su fortaleza de espíritu lo sufrió en 2006, cuando su hijo Arturo Villanueva Madrid murió al someterse a una cirugía de corazón abierto en la ciudad de México.
En los últimos años de su vida, además de continuar su incansable labor altruista, Doña Toñita Madrid encabezó actos públicos en reclamo de justicia para su hijo, el exgobernador Mario Villanueva Madrid, como una multitudinaria marcha realizada del Museo de la Cultura Maya al Palacio de Gobierno en Chetumal en mayo del 2010, junto con familiares, excolaboradores y amigos del ingeniero, para protestar contra su extradición a Estados Unidos, donde permanece preso todavía.
Asimismo, en marzo del 2013, Doña Toñita encabezó junto con su nuera, la señora Isabel Tenorio de Villanueva, a una comisión de ciudadanos que entregó al Congreso del Estado la copia del expediente del juicio en México al exgobernador, para pedir que la Comisión Nacional de Derechos Humanos realizara una investigación sobre el proceso judicial. El destino, ese ente que tiene en sus manos el tiempo de los seres humanos, no quiso que se cumpliera su anhelo de volver a reunirse con su hijo en Chetumal.
El deceso de Doña Toñita fue un evento inesperado por la fortaleza que caracterizaba a esta distinguida dama chetumaleña. Sus familiares han dispuesto que su cuerpo sea velado en la funeraria Gamero este viernes, donde los chetumaleños que le tienen agradecimiento y aprecio podrán dedicarle un último adiós.
Descanse en Paz, Doña Toñita.
Fuente: Por Esto