Pena Capital
Javier Chávez
Novedades Chetumal
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La remodelación de la avenida de los Héroes no es una varita mágica, y esto lo tienen que comprender los comerciantes que cifran sus esperanzas en este maquillaje vial que ha sido el cuento del nunca acabar, con toda la cauda de afectación a quienes tienen sus changarros en la principal arteria comercial de la capital del estado.
Si el trabajo se agota en una manita de cemento, será insuficiente la nueva oferta para los sedientos de novedades cuya curiosidad y avidez clientelar son atendidas por otros sitios consolidados o en proyecto, como el nuevo Aurrerá que a zancadas es construido frente a Bachilleres Dos, así como Capital Center, una pequeña plaza comercial ubicada a unos pasos de la facultad de Ciencias de la Salud, en la avenida Erick Paolo Martínez.
Predomina una oferta comercial que ha superado de calle a la avenida de los Héroes, con sitios selectos con una oferta de primera línea, como una churrasquería que fue inaugurada en el día del niño en una zona muy atractiva, a unos pasos del Tribunal Superior de Justicia y frente a un monstruo de las tiendas de autoservicio.
La avenida de los Héroes conservará ese aroma nostálgico, pero esta labor de recuperación de imagen puede ser insuficiente si no es acompañado por un planteamiento agresivo e innovador de los comerciantes de patio que deben dejar por la paz la venta de baratijas, enfocando su oferta en productos genuinos y selectos, irresistibles para todos.
Lo más rescatable del primer cuadro de la ciudad en materia de restaurantes no se encuentra en la Héroes, sino en sus cercanías. Destacan el Sergios Pizzas –de tradición y prestigio– y el Patio del 30 y el Café del Puerto, ubicados en una bellísima instalación que recrea una casa del antiguo Payo Obispo y nuestro actual Chetumal.
Hasta ahora no tengo noticias de la próxima apertura de un establecimiento de categoría en la Héroes, y mientras esto no ocurra su oferta será tan limitada como obsoleta, con zapaterías populares y una plaza Chactemal que anda mal, muy mal, anclada en la fayuca de quinta categoría.