Chetumal, 10 de noviembre
A casi ocho meses del homicidio del regidor de Othón P. Blanco, Marco Antonio May Molina, la tristeza, el odio y sobre todo, la impotencia que siente la madre del regidor, María Carlota Molina sigue a flor de piel por la falta de resultados de las autoridades respectivas, por lo que pidió: “justicia para mi hijo”.
Con una mezcla de sentimientos, describió como han sido estos meses sin su hijo; como es que una mujer ha perdido a un esposo y unas niñas a su padre; aunque existen personas detenidas presuntamente por haber cometido el homicidio, los autores intelectuales siguen libres sin que las autoridades de la Procuraduría de Justicia del Estado dé mayores informes de los avances -si es que hay- de las investigaciones y detener a lo que parece ser una larga cadena de responsables.
Aunque al principio, por el dolor y la rabia que le provoca el tema no quería dar información, al final las palabras entrecortadas fueron surgiendo y la impotencia la hicieron llorar; aunque ella misma dijo que seguirá luchando porque se le haga justicia a su hijo pese a no querer tener ningún tipo de contacto con representantes del Partido del Trabajo sabe que nada han hecho por darle a las autoridades información para encontrar a los verdaderos culpables.
La versión de que su hijo, el extinto regidor, Marco Antonio May Molina, recibía amenazas de militantes del PT y otras personas de las cuales no quiso dar datos, nuevamente salieron a la luz; pero sobre todo la duda del por qué cometieron ese homicidio; “mi hijo era bueno, lo único que quería era trabajar por la gente necesitada por su ciudad, no entiendo a quien le hizo daño para que hicieran esta cobardía”, aseguró.
María Carlota Molina reclamó airadamente por qué las autoridades encargadas de esclarecer el crimen han dejado la investigación; “¿ya tienen a quienes lo hicieron pero por qué no detienen a los de más arriba, habrá gente poderosa, eso es lo que dicen pero por qué no hacen nada?”; repetía una y otra vez la madre sufrida, quien a casi ocho meses del homicidio realizado en la puerta de su domicilio el pasado 21 de marzo, recuerda como si hubiese sido ayer.
Edwin Gustavo Juárez Borges, (a) “El Bobito”; Freddy Ismael Tamay Salazar, (a) “El Cancún”; y Fermín Aguilar Muñoz, (a) “Fercho”, fueron detenidos dos meses después del hecho, señalados como presuntos autores materiales de la muerte del regidor, quienes siguen recluidos en el Cereso de Chetumal, pero hasta ahora aun y cuando se habló de la posible participación de políticos de la entidad como presuntos autores intelectuales dicho por el defensor de los imputados, Gabriel Caballero; no han dado con los responsables.
Fuente: Quequi