Desde los Once Pasos
Javier Chávez Ataxca
Decidido el saludable relevo del rector joaquinista de la Universidad Autónoma de Quintana Roo (UAQROO), Francisco López Mena, nuestra máxima casa de estudios es aguijoneada por la ambición de propios y extraños que la ven como botín de guerra, dejando en el fondo de la olla los temas vitales que pasan por la recuperación de sus niveles de excelencia.
En breve su Consejo Universitario aprobará más de una decena de reglamentos al chingadazo, incluyendo su reglamento de académicos rechazado en otras sesiones por exigencia de representantes de un grupo que ve amenazada su zona de confort, por pertenecer a carreras universitarias a punto de desaparecer por la escasa demanda de estudiantes.
Estos catedráticos vacacionistas han protestado en primera línea de ataque por la medida de firmar sus entradas al aula y han acorralado a un rector en proceso de despedida y debilitado por sus errores en las áreas administrativa y académica.
Se sabe que será presentada una nueva versión de reglamento elaborado en lo oscurito por estos académicos y con el visto bueno del rector, doblegado ante los amagos de más escándalos y maniobras internas.
El chilpachole de ambiciones está en su punto y en el combate por la rectoría se asoman feligreses o devotos de religiones esotéricas, incluyendo a panistas y priistas.
En las sesiones universitarias serán aprobados todos sus reglamentos para entregarlos al Congreso local, pero el trámite se dará a destiempo porque tuvo que ser cumplido hace varias semanas como condición legislativa al obtener su autonomía, aunque esta se agote en el papel que todo aguanta.
Entre lo curioso, hay académicos que han enviado cartas a la gobernadora Mara Lezama para que evite el desempeño “esclavista” del incompetente rector. Los “autónomos” pidiendo la intervención de Palacio de Gobierno para resolver sus broncas.