Javier Chávez
Carta Rasgada
Te escribo muy decepcionado, Miguel Torruco, por la promesa no cumplida por ti para instalar la Secretaría Federal de Turismo en Chetumal, dando a cambio un obsequio de menor categoría: la declaratoria para nuestra capital del primer Barrio Mágico de la nación. Qué emoción para toda la afición.
Equivale a la promesa de regalarle a la quinceañera una camioneta último modelo –como la de la alcaldesa de Felipe Carrillo Puerto, Mary Hernández– y llegar con un patín eléctrico, también de la alcaldesa de Morena.
Fue nuestro Presidente Andrés Manuel López Obrador quien hizo la promesa de instalar la Sectur en Chetumal. Salió de él la promesa de fábula cuando era candidato presidencial y la reafirmó como mandatario, pero tú fuiste encontrando excusas y te refugiaste en pretextos de los que no saliste, con la cantaleta de que la Megaescultura ofrecida por el gobernador Carlos Joaquín tenía sus broncas y detallitos.
Pero realmente no estaba en tus planes cambiar la Sectur al jodido Chetumal. Quizá Cancún te habría encantado, pero Andrés Manuel le quiso hacer justicia a nuestra capital tan dañada por sus políticos, sean de casa o de Cozumel.
Ahora hay que revisar el patín eléctrico del Barrio Mágico de Chetumal, realmente mágico –y aquí coincido contigo– porque nuestros políticos desaparecen presupuestos con velocidad de prestidigitadores. Ah bárbaros angelitos del PRI y del fraudulento “Gobierno del Cambio”.
Con la filosofía del “peor es nada”, habrá que revisar los beneficios de este regalito del Barrio, Miguel, pero no se vale que llegues con un obsequio de menor nivel para una capital que ama a Andrés Manuel.
Y ahora los chetumaleños tendremos que aprender la canción de Cri Cri, adaptada para ti: “Torruquito me decía: yo soy de barrio, de un barrio pobre y trabajador. Y me lavo la carita con saliva y luego salgo a echarme al sol”.