Tirabuzón
Omar Capistrán
Quintana Roo, tierra única donde convergen culturas exquisitas, hoy se encuentra nuevamente en peligro. En peligro no solo de que su infraestructura cultural vuelva a ser dilapidada, sino que pierda a cientos de artistas de todo tipo por no encontrar un foro y ser escuchados, tal y como pasó durante el mandato de Roberto Borge Angulo.
Y es que mucha atención hay que poner en el Instituto de la Cultura y las Artes (ICA) de Quintana Roo, cuya directora Lilian Villanueva Chan prácticamente monopoliza y limita todos los avances que hasta antes de esta administración estatal se habían logrado.
Desde su llegada detuvo intempestivamente la dinámica artístico-cultural que se venía dando en la Biblioteca Pública Central Estatal Javier Rojo Gómez, y desde entonces con esporádicos eventos no ha hecho más que justificar el cargo que por segunda ocasión le ha quedado muy grande, ya que lo ostentó en los tiempos de ex gobernador Roberto Borge, ahora preso.
Puntual atención se necesita poner sobre Felipe Ley López y Rodolfo Novelo Ovando, a quien se les ha comprobado la usurpación de funciones en que cayeron por año y medio, pisoteando los derechos humanos de los trabajadores y quienes permitieron que la biblioteca luzca como lo hace actualmente, completamente desvalijada.
En breve más sobre este par de individuos que actúan cual detectives de la Gestapo. Todo perfectamente documentado. ¿Sabía usted que el moderno espacio que ahí se exponía del Gran Acuífero Maya en coordinación con CAPA fue desmantelado porque la directora pretendía que esta última dependencia pagara la luz de toda la biblioteca?
Entre otros tantos cuestionamientos para la ex Miss tenemos la falta de mantenimiento de estatuas y monumentos en el Centro Histórico de la ciudad de Chetumal, la restauración de un abandonada Casa de la Cultura que alberga a sus verdaderas oficinas cuyo Cine Club ya fue confinado a una simple bodega de muebles viejos, mientras que en el estacionamiento se aprecia una imprenta antigua abandonada a la intemperie.
El desprecio de esta funcionaria por el patrimonio histórico lo ha manifestado incontables veces, pues en una ocasión Lilian Villanueva dijo enfática que la estatua de Andrés Quintana Roo había sido removida para llevarla a mantenimiento y limpieza, y que sería reinstalada en mejores condiciones. Sin embargo, por una razón aún desconocida, la estatua que se ubicaba en el acceso al antiguo Palacio Municipal, una mañana fue encontrada en una esquina, junto a un predio baldío, a corta distancia de la Plaza Las Américas.
Hace poco y según ella ganando adeptos, Villanueva Chan devolvió la estatua de Bob Marley. Únicamente y gracias a su falta de visión lo único que ha ganado es la enemistad de cientos de creadores, lo mismo hizo y trató de lavar su imagen después de que su “coordinador de bibliotecas” Rodolfo Ovando mantuviera una semana trabajando en recepción a una recepcionista con fuertes dolores que resultaron en un tumor. Un mes. Sí, un mes después hizo que se parara de su reposo para darle un reconocimiento junto con su casquivano director de patrimonio cultural, Felipe Ley.
Lilian Villanueva no solo no respaldó y dio continuidad al “Encuentro Literario Chetumal” que realizó por dos años Omar Capistrán en la biblioteca central Javier Rojo Gomez; desdeñó eventos de relevancia internacional como fue la pasada Feria Internacional del Libro de Invierno en Cancún en febrero pasado, pues fue muy notable su ausencia o de algún representante de esa dependencia.
Los artistas locales encuentran cero apoyos en sus peticiones. Ni que decir de espacios para mostrar su arte, más cuando se trata de la biblioteca central donde Rodolfo Ovando hace las funciones de gendarme.
En diciembre del año pasado y como en los viejos tiempos del “borgismo”, Lilian Villanueva metió la pata al dar la instrucción de citar a la Academia Estatal de Danza para un ensayo general para el encendido del árbol sin haber instalado el escenario, poniendo en riesgo la integridad de las alumnas, algo del que escribe fue testigo, ya que en menos de 15 días le cambiaron tres veces oficios para indicarle con quien iba a trabajar. Al darse cuenta que Capistrán se disfrazaba de Santa Claus y regalaba dulces en las villas navideñas, optaron por mandarlo de vacaciones, detalles con documentos más adelante.
También tenemos el tema del grave manejo del millonario recurso proveniente del Fuerte San Felipe de Bacalar que actualmente recoge solo personal de total confianza de Villanueva Chan y que por realizar algunas observaciones sobre el tópico, a un destacado profesor le fue quitada la dirección, hoy relegado a profesor de arte y completamente amagado, todo esto en Bacalar, muy al estilo de la directora.
Esto sin contar el plagio del proyecto de promotores culturales chetumaleños, al cual le puso su sello personal casi al estilo de Siempre en Domingo: “Memoria Sonora de Quintana Roo”.
Ojo, no hay una verdadera visión por la cultura, únicamente negocio como aquel presidente municipal que llegara a San Pedro de los Aguaros, en la Ley de Herodes.
